Hay cabañas en el árbol y luego está Casa Açucena, una lectura sensible del terreno donde la arquitectura se amolda al terreno, y no al contrario. Entre árboles frondosos, follaje, arbustos, pájaros y animales salvajes, Casa Açucena se inserta en una topografía desafiante de fuerte pendiente, característica de la región de Nova Lima en Minas Gerais, donde se encuentra ubicada.
La casa cuenta con unos 500 metros cuadrados, y una distribución muy característica. "En la entrada tenemos el garaje a pie de calle", comienzan a explicarnos desde el estudio brasileño Tetro, encargados del proyecto. "Bajando un piso tenemos la sala de estar y piscina, y a través de unas puertas de cristal se accede a la sala de estar integrada con la cocina. Desde esta sala, se tiene acceso la oficina y el acceso a dos suites. En el nivel inferior tenemos la suite de invitados y otro despacho más, reservado para el residente".
Además del hormigón, el proyecto presenta madera en las habitaciones, así como vidrio, y barandillas y cables de acero.
Foto: Jomar Braganza
El proyecto responde a una lectura sensible del terreno, donde el primer contacto dictó la necesidad de mantener sus características naturales. "El acto de mirar hacia arriba, desde el suelo hasta la copa de los árboles de quince metros, fue decisivo para la creación de un concepto que abordaba el desafío de construir en un lugar con una topografía tan abrupta, manteniendo su entorno natural y brindando a los residentes la experiencia diaria de mirar hacia arriba y ver el cielo a través de las copas de los árboles".
Así que desde el principio, el estudio tuvo claro que la arquitectura estaría al servicio del terreno, de forma que el proyecto se configura ocupando los espacios vacíos entre los árboles sin tocar nada del entorno. De esta forma, la casa (resuelta en color blanco), sorprende y parece flotar, apoyada en pilares negros colocados al azar confundiéndose con los troncos de los árboles.
Soluciones a medida
Para llevar a cabo el proyecto, el hormigón fue la estrella. "Se optó por una estructura de hormigón, paredes de bloques prefabricados de hormigón, revocados y pintados en blanco. También una losa de hormigón visto y hormigón pulido en las áreas comunes, así como madera en las habitaciones. Utilizamos vidrio, y barandillas y cables de acero". Para resolver el tema de la electricidad y la energía, la casa cuenta con una planta solar en el terreno contiguo.
Arquitectura insertada de manera armoniosa junto a la vegetación natural pero manteniendo su presencia. "Casa Açucena se presenta como una flor blanca en medio de la naturaleza".