Una casa moderna en Italia con arquitectura minimalista de geometrías y líneas compositivas muy limpias

La planta baja se concibe funcionalmente con una entrada que conduce a la sala de estar en continuidad directa y la cocina ubicada axialmente a la misma. También cuenta con una sala polivalente, un baño, un lavadero, la sala técnica accesible desde el exterior y un amplio garaje desde el que se puede bajar al sótano que se encuentra justo debajo. 

El edificio termina con una capa exterior pintada en blanco, a excepción del volumen del garaje que cuenta con un revestimiento diferente en continuidad con el de la puerta basculante. Las ventanas son de aluminio de diferentes formas y tipos. La piscina y el cuidado jardín completan la atractiva fachada.

Al igual que el interior, el exterior de la vivienda también se concibe como un lugar confortable en el que se cuenta con todas las comodidades.

La zona de estar, orientada hacia los lados sureste y oeste, está espacialmente definida por la luz natural que impregna el entorno a través de las grandes ventanas correderas y fijas. En el salón hay una chimenea central que define perceptualmente el comedor desde el área de conversación.

Entre la entrada y el salón se interponen los peldaños de la escalera. El primer piso al que se accede a través de ella desemboca en un balcón con un parapeto de vidrio y, a su vez, al baño orientado hacia el sur.

Por su parte, la ruta de distribución normal da servicio a los tres dormitorios, además de los baños y un pasillo con armarios.

En esta vista exterior se percibe perfectamente la estructura en forma de L de la vivienda con la cocina como protagonista central.