La Casa Vicens fue el primer gran proyecto de Antonio Gaudí. Hacia finales del siglo XIX, el arquitecto recibió un encargo para realizar una segunda residencia de verano en la por entonces tranquila villa de Gracia para una familia relacionada con la construcción. Un joven Gaudí desplegó todo su ingenio para proyectar un diseño enmarcado dentro de su etapa orientalista, con una llamativa fachada cerámica.

La construcción fue cambiando de dueños e incluso se dividió en 1920 en tres apartamentos. Más tarde volvió a ser la residencia de una sola familia durante casi un siglo. Esta será la primera vez que se abrirá al público como museo tras los laboriosos trabajos de rehabilitación llevados a cabo durante más de tres años por los arquitectos José Antonio Martínez Lapeña , Elías Torres y David García.

Dos imágenes que muestran la profusa ornamentación de las estancias interiores de la Casa Vicens de Gaudí.

Desde 2005 el edificio es uno de los ocho monumentos catalogados como patrimonio de la Unesco en Barcelona. A partir del día 16 de noviembre. la Casa Vicens se unirá a la Ruta Gaudí, pero en esta obra se ha considerado necesario limitar el aforo a 500 personas al día, para reducir el impacto turístico tanto en la edificación con en el barrio.

El comedor, uno de los ambientes recuperados de la vivienda que conserva el mobiliario original de Gaudí.

La rehabilitación del inmueble ha seguido siempre el objetivo de devolver el esplendor original a la construcción, además de adaptar los espacios a su nuevo uso. El comedor ha sido una de las estancias más complicadas de restaurar debido a su delicada ornamentación. En él se podrá ver el mobiliario original y una colección de pinturas de Francesc Torrescassana. Una de las grandes joyas de la casa es el Fumador que recupera el brillo de su policromía de reminiscencias mozárabes, realizadas el papel maché, una revolucionaria técnica para la época.

Dos imágenes que muestran cúpulas interiores delicadamente decoradas de Casa Vicens.

En el exterior se ha querido recrear el ambiente de la época de la construcción y se han replantado las especies vegetales que ocupaban originalmente el espacio. Una de las sorpresas que escondía la Casa Vicens era su cubierta, pues es la primera transitable proyectada por el arquitecto, que ahora se ha acondicionado y podrá usarse en su totalidad. Muy pronto Barcelona disfrutará de su nuevo mirador firmado por Gaudí.

Detalle de la decoración cerámica de la fachada de Casa Vicens de Antoni Gaudí.