Al igual que en Escandinavia, en los países bálticos existe una larga tradición de construcciones ligeras adaptadas para la vida en la naturaleza, en particular en medio de sus densos bosques. Así que la arquitectura prefabricada es una continuación lógica de esta tradición.

El estudio Šarkauskai architecture atelier, capitaneado por los arquitectos Gabrielė Šarkauskienė y Antanas Šarkauskas, con sede en Vilnius, se ha asociado con la firma fabricante de acero y mobiliario Piritas para crear una cabaña de 23 metros cuadrados con un diseño reproducible y capaz de adaptarse a diferentes contextos.

La cabaña se levanta sobre esbeltas columnas de altura variable que permiten salvar el desnivel del terreno.

La búsqueda de una solución llevó a los autores a decantarse por un sistema modular. El sistema define la estructura como un conjunto de elementos individuales: columnas, suelos, paredes, cubierta, etcétera. De este modo la construcción puede transportarse en elementos individuales o ensamblados dependiendo de la circunstancia. El sistema es modular para permitir diferentes tamaños y configuraciones de cada edificios.

El programa interior incluye un estar, cocina, baño y dos dormitorios dobles gracias a diseños plegables que permiten optimizar el espacio.

Para que el diseño sea lo más independiente y adaptable respecto del contexto en el que se va a implantar, la construcción se apoya sobre esbeltos pilares de altura variable, lo que permite salvar terrenos en desnivel sin alterarlos. La cubierta tiene forma invertida para recoger agua de lluvia.

El acero utilizado en la estructura y la fachada no se ha pintado, lo que hace que cada cabaña tenga un aspecto diferente en función del dibujo de la plancha. Por dentro, la construcción se ha revestido con madera laminada. Los dos extremos de la construcción se han cerrado con vidrio para ofrecer un contacto directo con el entorno. El de la fachada principal comunica con una pequeña terraza.

Los extremos de la cabaña se han cerrado con vidrio para facilitar una mayor conexión con el entorno. La fachada frontal da a una plataforma que actúa como terraza.

La primera cabaña que ha servido de prototipo para la producción en serie se ha instalado en Apple Island, un parque natural recreativo situado al norte de Vilnius. El emplazamiento elegido sirvió para evaluar las ventajas del diseño: no se requirieron trabajos de construcción in situ, y la ligereza visual del edificio se integró a la perfección en el paisaje.

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