Igual que hay personas 'transparentes', existen casas transparentes. Ambas se caracterizan por su honestidad, por mostrar aquello que tienen en su interior. Ni más ni menos. Las casas transparentes ocupan una parcela importante en la revista de marzo de Arquitectura y Diseño. En un número en que la luz lo llena todo, no podían faltar estas construcciones que atrapan los rayos solares y los dirigen hacia todos los espacios. Casas transparentes hay muchas. Y muy variadas. Pero las primeras fueron las que crearon Mies van der Rohe y otros padres del Movimiento Moderno. Aunque con matices, como leerás en el artículo que firma Itziar Narro.  

 

Arquitectura de cristal

La residencia Engawa en Punta Pite, Chile, de Santiago Valdivieso y Stefano Rolla (2019).

Cristóbal Palma

 

"Cuando pensamos en arquitectura de cristal, seguramente lo primero que le viene a la cabeza a cualquiera mínimamente versado es la Casa Farnsworth, proyectada por Mies van der Rohe en Plano, Illinois, en 1951, o quizá la Glass House que Philip Johnson bocetó para su tesis final en la Universidad de Harvard poco antes, en 1949, en New Canaan, Connecticut. Sin embargo, los arquitectos de la Escuela de Chicago (Louis Sullivan entre ellos) ya llevaban algunas décadas dándole vueltas a cómo incluirlo en sus rascacielo", cuenta la periodista. "A este lado del charco podemos presumir de que ya en los años veinte se ideó la Maison de Verre, fabricada a partir de paredes de bloques de vidrio traslúcido, con áreas divididas por acristalamientos transparentes", continúa Narro. 

Sin límites 

Las casas de cristal difuminan los límites entre exterior e interior. El entorno se cuela en el salón, en el comedor y en la cocina, y es invitado a pasar por grandes ventanales que acostumbran a ir de suelo a techo, creando estampas diferentes a lo largo de todo el día. La Naturaleza adquiere un sentido más profundo cuando pasa a ser un miembro más de la familia. 

Stahl House en Los Ángeles, de Pierre Koenig (1960)

Stahl House en Los Ángeles, de Pierre Koenig (1960). 

PANOV—SCOTT

El artículo, que encontrarás íntegro en las páginas de marzo de Arquitectura y Diseño se alinea con la publicación del libro Glass Houses, de Phaidon. A través de 50 casas hechas fundamentalmente de cristal, se exploran las principales características, tipologías, ventajas y límites de este material constructivo. Desde la Maison de Verre de los años treinta en París hasta las icónicas Farnsworth House de Mies Van der Rohe y Glass House de Philip Johnson en EE. UU., el libro es un recorrido visual de la evolución en su uso  en las últimas décadas.

Volviendo al artículo, cabe destacar los beneficiosos efectos que producen las casas de cristal. "La generalización de su uso permitió que la luz natural penetrara a raudales en los interiores, lo que no solo tuvo efectos importantes en la percepción espacial –el juego de los claroscuros, la profundidad y los reflejos–, sino incluso en un aspecto no tan evidente, pero igual de fundamental: la salubridad y la influencia sobre el estado emocional de las personas", argumenta. 

 

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