Como parte de la muestra Claes & Coosje: A Duet, que cerró el pasado 9 de mayo, la galería Pace de Nueva York continúa repasando hasta el 24 de julio el trabajo de la pareja artística Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen con Il Corso del Coltello, la instalación que diseñaron en 1985 junto con el escritor Germano Celant y el arquitecto Frank Gehry y que se expuso en el Arsenale de Venecia.

Instalación en la Pace Gallery de la instalación Claes & Coosje: A Duet. Acceso a la reflexión en torno a Il Corso del Coltello.

Abundan en sus esculturas e instalaciones los instrumentos filosos (cuchillos, tijeras), herramientas habituales que cortan, segmentan, trocean, desgarran, desnudan. Y, también, un cuchillo acostado y rojo que adquiere forma de góndola veneciana, como vemos en Il Corso del Coltello, eje central de la exposición actual. Un cucurucho de helado invertido y gigante se derrama en la punta de un tejado. Una pala azul, alta como los árboles que la rodean, clavada en punta en el césped de un parque. Flores silvestres han caído a tierra pero no se marchitan: viven, descomunales y perfectamente falsas, en el brillo del naranja, el lila, el amarillo, el violeta, el blanco y el azul.

Obra Knife Ship 1:12, de Oldenburg/van Bruggen (2008)

Claes y Coosje se conocieron en 1971, cuando ella era una joven comisaria en el Stedelijk Museum de Ámsterdam y él ya un escultor famoso. Se casaron seis años después y trabajaron juntos, uniendo sus sensibilidades afines y complementarias, en un intenso intercambio intelectual y una prolífica producción artística, con la mirada puesta en su tiempo, y hasta el final de sus vidas.

Claes Oldenburg & Coosje van Bruggen

La última de sus obras escultóricas fue justamente Dropped Bouquet (2009, año de la muerte de van Bruggen), la pieza que protagonizó la primera parte del homenaje de la galería Pace a este duo artístico. Producida a escala monumental, la obra representa una guirnalda de flores silvestres falsas, congeladas en el momento de caer al suelo y en una animación suspendida. La celebración de las flores ha sido motivo recurrente en la iconografía de Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen.

Dropped Bouquet culminó –con un acento más elegíaco- la línea de descomunales esculturas destinadas a lugares públicos, muchas de ellas irónicas, surgidas de una sonrisa pícara ante el mundo y de una celebración desenfadada y pop de los objetos cotidianos llevada a la expresión monumental y pública, por la que el dinámico dúo se hizo famoso.