Sus reflexiones en las entrevistas que conceden y los textos explicativos de su página web son lo más parecido a una declaración de principios. Nada en su trabajo es fruto del azar, excepto las imperfecciones que puedan aparecer en sus objetos artesanales que son un distintivo que los hace singulares. Todo lo que sale de R+D.LAB está basado en un discurso tejido con unos axiomas que para sus fundadores, Jay Vosoghi y Sara Mostofi, son inalterables.

Jay Vosoghi (derecha) y Sara Mostofi (izquierda) fundaron R+D.LAB en 2006. Ambos creen en la belleza de la forma y el poder del color, y crean objetos con carácter valiéndose de tradiciones artesanas.

Entre ellos, crear objetos que manifiesten "reverencia por el patrimonio y el proceso artesano, la producción sin prisas, abrazando la imperfección". Y un diseño que, entre otras cosas, sea "humano y honesto, con materiales genuinos, honrando el oficio sin distorsiones e intuitivo: sin extras innecesarios, atemporal y sostenible".

Cristalería en la que a través del color conectan el diseño con el usuario final. Ambos piensan que para expresar sus emociones no existe mejor vía que una paleta de colores evocadores.

Su colección de cristalería nació del deseo de hacer un producto bien hecho con un material de alta calidad que dure, se produzca de manera sostenible, con un diseño simple de líneas hermosas y una facilidad de uso para la vida cotidiana. Las vajillas expresan todo eso y aportan una sensación de serenidad y buen gusto a la mesa.

Los fundadores de R+D.LAB conocen muy bien los hilos que conectan la arquitectura moderna, el arte, el diseño y la moda. En el corazón de sus proyectos se encuentra una creencia intrínseca en la investigación y el diseño.

Y en cuanto al textil, solo utilizan fibras nobles como la lana, la cachemira, la seda y el lino, obtenidas sin hacer daño ni a los animales ni al medioambiente.