Cuentan que el interior de nuestra casa habla mucho de nuestra personalidad. Por eso, de la misma forma, una vivienda puede contar mucho de la época en la que es decorada: desde los colores que eran tendencias pasando por el estilo del mobiliario o los textiles que se volvieron imprescindibles hasta las decisiones estéticas más discutibles.

Hemos seleccionado las casas más famosas de la televisión en España de las últimas cuatro décadas en búsqueda del estilo reinante en cada una. Dejando a un lado el artificio propio de la televisión, todas son reflejo de su tiempo y dejan patente la evolución de la decoración española de los últimos años. Pasen y vean.

Década de los 80: Verano Azul

Aunque se desarrollase sobre todo en exteriores, en una localidad de Nerja con muchas menos construcciones dedicadas al turismo que hoy en día, la serie de Antonio Mercero contaba con algunas viviendas más que interesantes. Mientras que las casas de Julia, Quique o Javi eran villas no demasiado al alcance de la mayoría de los mortales, resulta especialmente interesante la vivienda en la que residen Bea y su hermano Tito durante ese verano: un sencillo aparamento de playa.

En él no hay demasiado hueco para la decoración superficial pero sí cuenta con los omnipresentes muebles castellanos de la época y con una muy representativa pared de azulejos con formas geométricas que reinaron durante buena parte de los 80.

Casa de Bea y Tito en Verano Azul.

Década de los 90: Médico de Familia

Aunque con la irrupción de las televisiones privadas los 90 sea una época dorada para las series familiares españolas (solo tenemos que pensar en Compañeros, Farmacia de Guardia o hasta Menudo es mi padre) lo cierto es que Médico de familia se llevó la palma a hit de la década.

Además de una intervención estelar de Britney Spears y hasta un crossover del personaje de Belén Rueda en Periodistas, la serie de Emilio Aragón contaba con una casa que era puros años 90. En plena época del boom inmobiliario, el doctor Nacho Martín residía en un chalet adosado a las afueras de Madrid, con su pequeño patio y jardín, varios pisos y numerosas comodidades aspiracionales de la época de Aznar.

La vivienda, que era prácticamente otra de las protagonistas de la serie, tenía todas las querencias estéticas de la época: tresillos, sofás mullidos y con estampados o con telas a cuadros, muebles de madera de aire familiar, numerosos textiles, buenas alfombras, una amplia cocina de acabados clásicos... 

La casa de Médico de Familia

Década de los 2000: 7 Vidas

Su concepto de sitcom casi teatral y con público en directo hacía que las dos casas de 7 Vidas fuera, prácticamente, el único escenario en el que tenía lugar la serie. Tanto la vivienda del protagonista, David, interpretado por Toni Cantó, como la de Sole, Amparo Baró, eran a todas luces completamente irreales en cuanto a distribución y tamaño pero el interiorismo hablaba mucho de la época de los 00 (la serie comenzó en 1999 y duró hasta 2007).

Aunque su decoración fue cambiando con los años y la casa de Sole tendía a ser la de una señora mayor, era fácil encontrar colores chillones en tapicerías y cojines, paredes en colores hasta entonces desconocidos como verde lima o rosa chicle, muebles de madera en tonos casi anaranjados y hasta los primeros muebles de Ikea. Mención especial merecen las plantas, onmipresentes en ambos pisos al estar unidos estos por una terraza, y el inequívoco aire a Friends que pretendían dar con escenarios como el bar de la serie.

La casa de 7 Vidas.

Década de los 2010: La que se avecina

Aunque sea la sucesora de Aquí no hay quien viva, que bien podría haber sido la serie elegida para representar los 00, La que se avecina resume muchos de los tics decó de la década de 2010. Y es que a pesar de que comenzó en 2007, fue a partir de 2010 cuando la serie comenzó a cosechar sus mayores éxitos de audiencia y se mantuvo en antena durante toda la década.

Aunque resultaría difícil elegir solo una casa, la mayoría tienen numerosos aspectos en común: una arquitectura de líneas más sencillas que en épocas anteriores, muebles de aspecto más funcional y hasta minimal y elementos como escaleras de metal con peldaños volados.

Siguen aquí, eso sí, los colores de pared intensos (de hecho el portal es azul eléctrico (lo que explicaría algunos de los esquizofrénicos comportamientos de los vecinos) y papeles de pared tan excesivos como sus personajes. En todo caso, está clara la presencia de pocos elementos en cualquier estancia e incluso en las paredes y una alarmante ausencia de plantas en cualquiera de los pisos. En resumen, quizás de todas las épocas sean las casas menos acogedoras y más artificiales.

Uno de los pisos de La que se avecina.

Década de los 2020

Con la década recién comenzada resulta difícil elegir una sola serie que reprensente a todos los años que están por venir, sin embargo hay tendencias claras en muchas de ellas.

Todas tienden, en contraposición a lo artificioso de la época de los 2010, por reflejar viviendas más acogedoras, en las que reinan los textiles, la luz natural y un ambiente relajado, en el que cobran protagonismo la madera y los materiales naturales. Así ocurre en series de ambientación urbana como Valeria, Todo lo Otro o hasta Merlí. En cuanto a tamaño y distribución, eso sí, todas las casa siguen siendo lo mismo: pura ficción.

Dormitorio de Todo lo otro.