Frank Gehry

Nadie como el autor del Museo Guggenheim de Bilbao y el Auditorio Disney de Los Angeles para representar al arquitecto-escultor. Los edificios de Frank Gehry (Toronto, 1929) marcan los lugares y hacen de la arquitectura una fiesta. Se ha convertido en una marca y en uno de los pocos creadores conocidos del gran público. ¿Quién, si no, sería capaz de aparecer como personaje en la serie de dibujos animados Los Simpsons o celebrar su cumpleaños con Bono, el cantante de U2?

Frank Gehry

Con sus 24.000 metros cuadrados de superficie, el Guggenheim de Bilbao es un estupendo ejemplo de arquitectura vanguardista. Una propuesta escultórica y espectacular perfectamente integrada en la trama de Bilbao que que generó escepticismo entre los bilbaínos pero que luego fue aceptado con orgullo y ahora es un símbolo inequívoco de la ciudad. Aprovechando que el museo se encuentra junto a la ría, muchas de las valiosas obras de arte que se exhiben llegan por barco. Desde su inauguración, hace ya más de veinte años, el número de visitantes no ha dejado de crecer, y entre ellos se incluyen celebrities como Angelina Jolie y Brad Pitt, Woody Allen, Samuel L. Jackson, Salma Hayek...

La sede de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles se inauguró en 2003 con el look metalizado que caracteriza la obra de Frank Gehry y con una obra del compositor americano John Adams que emocionó a todos los asistentes. Aunque el Museo Guggenheim fue construido antes, el diseño del Disney Hall es anterior. Desde su imponente exterior hasta su íntimo interior, esta maravilla arquitectónica nunca pierde de vista su función principal: llevar la música a la ciudad de Los Angeles y más allá. Frank Gehry diseñó este edificio de dentro hacia fuera y es punto de encuentro delas estrellas hollywoodienses. Una construcción escultural que forma parte del perfil de la ciudad. 

Fan de la arquitectura de Le Corbusier y amante de las iglesias románicas francesas, Frank Gehry se ha convertido en uno de los grandes gracias a una arquitectura impactante, a menudo realizada con materiales inacabados. Incorporando diversas formas geométricas en todos sus edificios, crea una corriente visual que se convierte en una experiencia para el espectador. Gehry considera que la arquitectura es Arte y que, una vez acabado, un edificio debe ser considerado una obra de arte. Pese a ello, mantiene los pies en el suelo con diseños funcionales que se integran en el entorno. 

 

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