Javier Salvador Oyarzábal y Yago García Blázquez, de Heimat Studio, recibieron el encargo de rehabilitar un apartamento ubicado en el casco histórico de Sevilla, con una superficie de 55 metros cuadrados. La necesidad de los clientes de generar un nuevo espacio que contuviese dos dormitorios, cocina, comedor y salón suponía un desafío mayor. Por lo que hubo que desplegar toda la creatividad posible. "Con el principal objetivo de conseguir espacios flexibles, amplios y diáfanos, optamos por utilizar a modo de bisagra un espacio intermedio, que unas veces haría de oficina, otras de dormitorio de invitados mediante una cama abatible y otras sería parte unificada del espacio principal de la vivienda. De esta forma, se proyecta como un volumen indeterminado y abierto a la transformación de usos", explican desde el despacho.

Así, el apartamento se estructura a través de un mueble que va rodeando la planta como contenedor de elementos para liberar el espacio. Unas veces es armario, otras muro, mesa de trabajo, cama y estantería y hasta se fusiona con la propia cocina.


Luces y materiales

Para que todo resultase ligero y ayudara a potenciar la luz, se tomaron dos decisiones. La primera fue volcar los espacios más utilizados durante el día hacia la fachada exterior del edificio, ubicado frente a una plazuela con orientación sur. La segunda, hacer estrategias con los materiales, buscando minimizar la cantidad de elementos empleados, de modo que la materia contribuyese a unificar la operación espacial de un apartamento de dimensiones tan reducidas.

"Para el mueble contenedor se eligió la madera de abedul, unificando así la imagen del proyecto. Las carpinterías exteriores también son de madera natural en el interior de los espacios y lacadas en blanco en su cara exterior en el patio. Además, se sustituyeron las ventanas de dos hojas por una sola, para disfrutar de mejores vistas y tener conexión con el exterior y el pequeño balcón con vegetación, manteniendo la tradición andaluza. A su vez, para el suelo, se optó por la utilización de gres de color cemento de gran formato buscando dotar de una sensación homogénea, continua y práctica". Por último, se apuesta por pintar de blanco todo el interior restante, de manera que la vivienda pueda absorber la mayor cantidad de luz natural, lo cual sumado a la elección de una madera clara como el abedul, terminan de iluminar de forma agradable los espacios.

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Hacia la fachada exterior

Los espacios más utilizados durante el día se volcaron hacia la fachada exterior del edificio, ubicado frente a una plazuela con orientación sur. 

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Múltiples usos

El mueble unas veces es armario, otras muro, mesa de trabajo, cama, estantería y hasta se fusiona con la propia cocina.

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Madera de abedul

Para el mueble contenedor se eligió la madera de abedul, unificando así la imagen del proyecto.

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Sensación de amplitud

Sin paramentos verticales y con la luz natural, la sensación de amplitud es todavía mayor.

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En blanco

El blanco es el color protagonista de la reforma, buscando potenciar la luminosidad.

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También hay una cama

Si se quiere tener invitados, se baja la cama plegable y listo.

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En torno a un mueble

El apartamento se estructura a través de un mueble que va rodeando la planta como contenedor de elementos para liberar el espacio.

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Estar y no estar

Ahora se ve, ahora no se ve.