Las casas prefabricadas atraen a un número creciente de arquitectos de renombre que ven en ellas la mejor respuesta a los retos medioambientales del sector de la construcción y la necesidad de crear espacios saludables para sus habitantes. Patxi Mangado, autor entre otros proyectos emblemáticos del Baluarte de Pamplona y el Museo Arqueológico de Vitoria, y al frente de la Fundación Arquitectura y Sociedad que impulsa desde 2010 el Congreso Internacional de Arquitectura con carácter bienal, está detrás también de la marca navarra Woodville creada en 2021, cuyo objetivo es cambiar la forma en la que se conciben y producen las viviendas para crear espacios mucho más sostenibles, ecológicos y comunitarios a través de la construcción modular.

El reducido consumo energético, debido a su aislamiento térmico y sistemas de ventilación, permiten un control climático del hogar constante y eficiente.

Woodville, de la que también es socio cofundador el arquitecto Fernando Oiza, surge como respuesta a esta demanda de hogares saludables y en la naturaleza. Sus casas prefabricadas, bautizadas como Mohma (acrónimo de MObil Home de MAdera), se caracterizan por ser modulares, de madera, sostenibles generando un mínimo impacto en el medio, transportables e instalables, y diseñadas bajo los criterios Passivhaus: un elevado aislamiento, hermeticidad para evitar pérdidas energéticas por infiltraciones, carpinterías de altas prestaciones, diseño sin puentes térmicos y un sistema de ventilación con recuperación de calor. Por ello cuentan con la calificación energética A.

La madera utilizada procede de plantaciones de chopo sostenible y de proximidad, certificada por PEFC y FSC.

Gracias a su modularidad y flexibilidad, propia de una fabricación industrializada, Mohma presenta una propuesta de diseño en tres tamaños –compact, standard y premium– que van de los 20 a los 45 m2, perfectamente adaptables al entorno y a las necesidades de cada familia, pudiendo albergar hasta un máximo de 8 personas, además de un control minucioso de calidad y acabados en el taller de fabricación. La madera procede de plantaciones de chopo sostenible y de proximidad certificadas por PEFC y FSC, y su bóveda de diseño biofílico aprovecha al máximo el espacio en sus dos alturas. Por fuera, las casas están acabadas con chapa metálica perfilada y lacada. El modelo en kit facilita el transporte y entrega en el sitio en un solo camión. La reducción de tiempos y costes en su producción las convierte en viviendas económicamente más accesibles que las tradicionales.

La cubierta en forma de cúpula permite ganar espacio en el interior para crear una doble altura en la que ubicar el dormitorio.

El concepto Mohma también está pensado para propuestas de alojamiento en la naturaleza, como resorts o campos de golf, e incluso para la creación de condominios en zonas urbanas. Según el informe de turismo sostenible 2021 realizado por Booking, con una muestra de 29.349 encuestados en 30 países y territorios, la pandemia ha influido en el modo de viajar. Existe un creciente interés por viajar de forma más sostenible e influir positivamente en la economía local. Las casas prefabricadas Mohma se postulan como una buena opción para dar respuesta a este anhelo.