01
Renunciar a la transparencia
Si vivimos solos o en pareja, no hay que tener miedo a dejar a la vista todas las estancias, incluido el dormitorio. Las puertas transparentes, como en el loft que se muestra sobre estas líneas, aportan cierto ritmo y una mínima sensación de zonificación al espacio sin interrumpir la continuidad visual.
02
No respetar las proporciones
Es conveniente intentar que los muebles sean proporcionales al espacio que ocupan. En habitaciones pequeñas se recomienda elegir muebles ligeros y de tonos claros, y tratar de dejar despejada la zona central. Por el contrario, un mueble pequeño no luce en un espacio muy amplio.
Elegir muebles ligeros y en tonos claros es la mejor opción en pisos pequeños.
03
Tabiques cerrados
Si en lugar de compartimentar el espacio con habitaciones que hay que transitar abriendo y cerrando puertas, dejamos tabiques abiertos por los lados, como en el proyecto de Oscar Properties de arriba, se mejora la funcionalidad y la estética. En un tabique rodeable, que llega al techo, pero que no va de pared a pared, se ha insertado la chimenea. Por otra parte, la arquitectura ha creado una fachada con aberturas verticales simétricas que comunican con el exterior salvando dos peldaños. Gracias al tabique abierto, la arquitectura se visualiza desde el interior sin interrupciones, creando un armónico ritmo del que se contagia el ambiente.
04
Olvidarse de zonificar
Integrar ambientes no significa que los usos no estén bien definidos. Si no se piensa en todas las funciones que se necesitan cubrir en ese espacio diáfano, se crea desorden e incomodidad. Definir cada uso con elementos separadores, como estanterías bajas, lo hará más funcional y acogedor.
No hay que caer en el desorden en un espacio diáfano.
05
Apoyar el sofá siempre contra la pared
Colocar el sofá contra la pared no es siempre la mejor solución, especialmente si, como ocurre en el salón de la imagen superior, las ventanas se abren a pocos centímetros del suelo. Colocar el sofá en diagonal ha conseguido que no se interrumpan las vistas y que el espacio central sea más interesante.
06
Desperdiciar espacio
Si no sobran metros es necesario sacar el máximo partido a cada uno de ellos haciéndolos útiles. Son buenas ideas prescindir de pasillos, colocar estanterías que resigan los muros, construir elementos de almacenaje bajo los huecos de la escalera y crear altillos donde la altura lo permita.
Cualquier metro cuadrado, por ínfimo que sea, puede ser útil.
07
Aberturas sin grosor
Cuando decidimos prescindir de puertas, como en este acceso a la cocina-comedor desde el vestíbulo (imagen superior), no debe parecer que nos las hemos ahorrado, por eso se recomienda darle grosor al muro. En este caso, incluso se ha generado una funcional hornacina.
08
Complicar la comunicación
Crear una buena comunicación con el espacio exterior, ya sea este una terraza, un patio o un jardín, hace más placentera y rica la vida doméstica. Recortar al máximo los recorridos que nos conducen desde el interior al aire libre es uno de los puntos claves de una buena distribución.
09
Tener mala orientación
Antes de encontrar el lugar adecuado para el sofá, situar la mesa de comedor o de estudio, y de ubicar la cama o la bañera hay que asegurarse de que se orientan adecuadamente hacia las mejores vistas o que la entrada de luz natural es la más indicada para la actividad que se desarrolla.
Tener clara la orientación es imprescindible a la hora de distribuir un espacio.
10
Cerrar el camino a la luz
La entrada de luz natural debe ser una prioridad en cualquier planteamiento de distribución ya que tiene la virtud de potenciar la sensación de amplitud y calidez. En espacios abuhardillados, practicar ventanas ayudará a incorporar nuevas estancias.