Hablar de la historia de una marca como Moradillo es hablar de la misma historia del sofá. La empresa, que comenzó siendo un modesto taller familiar fundado por Jaime y Charo en 1972, ha visto cómo en 50 años las modas y la tecnología han cambiado sustancialmente ideando para cada época diseños muy distintos. Todos sus modelos, sin embargo, siempre han tenido algo en común: la misma calidad artesana de su fabricación y sus acabados. Porque, aunque ahora se fabriquen en sus impresionantes instalaciones de 4.500m2 dedicadas al diseño, todas las icónicas creaciones de esta empresa familiar siguen conservando el mismo espíritu auténtico (y totalmente personalizable) de sus primeros modelos. Recorremos estos 50 años de sofás.
Los sofás en los setenta
En una época en la que el interiorismo era de gustos excéntricos, el sofá también lo era. En los diseños primaban los patrones geométricos, los colores fuertes y psicodélicos y texturas potentes. Así, tonos como los naranjas, rojos, amarillos combinados con marrones y beiges en patrones de rayas y cuadros o rombos eran habituales. Se llevaban composiciones con piezas modulares en los que se combinaban colores y texturas que podían recurrir a materiales como el metal el cuero o el vinilo. Reflejo de las tendencias decorativas de esta época, Moradillo editó sofás como el Mallorca o los modelos Córcega y Haití.
Los sofás de los ochenta
Igual que su época, en la que primaba al abundancia de los sentidos, los sofás de la década de 1980 eran recargados y rotundos. Piezas que reinaban en ambientes excesivos, estancias recargadas en las que el gran protagonista es el sofá de cuero. Mullidos y confortables, contaban con grandes brazos y muchos pliegues y costuras. Además en esta década se llevan de una sola pieza y, en caso de recurrir a telas con estampados, eran cargados de flores, rayas, cuadros o tonos vibrantes y llamativos. Los más exitosos de aquella época fueron el sofá Soria o el Málaga, editados por Moradillo, con tapizados en cuero salvaje marrón de procedencia italiana, y el modelo Madrid con llamativos estampados florales.
Los sofás de los noventa
Los años noventa destacaron por su minimalismo, y el sofá se vuelve más práctico y con estampados menos agresivos. Una de las mayores novedades fue el sofá desenfundable, una revolución en la que participó Moradillo con rotundos éxitos de ventas como el modelo Sevilla, el modelo Toledo o el modelo Venecia, un sofá más clásico. En esta década también se editó el sofá Moradillo, un modelo de edición limitada conmemorativo del 20 aniversario de la marca y el sofá Cometa que con su estilo intemporal será un referente en los modelos de la firma de las sucesivas décadas.
Los sofás de la década de 2000
En esta década la decoración adopta toques zen y orientales pero también materiales como el acero inoxidable y empieza a hacerse hueco a grandes televisiones, cadenas de sonido o aparatos de DVD. En cuanto al sofá, este adopta diseños de formas rectas para estos espacios más elegantes, armónicos y relajados y se popularizan nuevas formas de sofá como los modelos con chaise-longe. Vuelve el color y llegan los tapizados bicolor o la combinación de materiales como la piel y la tela. Moradillo editó dos de sus diseños icónicos: el modelo Gora, con una piel denominada Bycast que fue una revolución, y el modelo Bogart, que podía personalizar tanto su composición como su tapizado.
Los sofás de la década de 2010
Una vez pasada la resaca de la crisis de 2008, esta década transitó de una decoración más modesta y asequible a una época más alegre y luminosa. En los sofás se tiende hacia el tamaño XL, con composiciones cada vez más grandes, tanto a lo ancho como a lo largo, y se pasa de sofás más firmes a otros más mullidos y blandos en los que los cojines (que aportan toques de color) se multiplican. Los tapizados tienden a ser aterciopelados y de tacto suave para dotar de calidez al espacio, aunque también se sigue apostando por la piel. Entre las piezas editadas por Moradillo destaca modelo Brooks, los sofás Tuttori y Nube, que tuvieron una gran acogida por sus amplias dimensiones y posibilidades de modulación, o modelos icónicos como los sofás Zow y Poso que a día de hoy siguen siendo best-sellers de la marca.
¿Cómo serán los sofás en la década de 2020?
Tras una pandemia, hemos buscado que nuestra casa sea un entorno más seguro, confortable y funcional. Las estancias ya no tienen una única funcionalidad y se ha consolidado el interés por los materiales naturales y los procesos de producción sostenibles. En cuanto a los sofás, este se vuelve más desenfadado, de líneas más redondeadas y muy funcional, volviendo lo modular y los modelos completamente desenfundables. Regresan los tonos neutros y en las tapicerías se refuerzan textiles como el algodón o el lino y materiales reciclados como el propio algodón o el PET procedente de botellas de plástico. En 2020 Moradillo lanzó su Colección Casual, diseños relajados de estilo desenfadado totalmente desenfundables y de sentada XXL, con materiales naturales como la pluma natural procedente del reciclaje, maderas medioambientalmente certificadas o tapizados con más del 70% de sus composición procedente de fibras naturales. Un fiel reflejo de la época que vivimos.