Parece difícil que un concepto tan básico como el foco en el techo pueda tener variaciones. Pero ahí están marcas como Simon, empeñadas en desmontar teorías. Y de qué manera.

Esta firma nacida hace más de 100 años "desde la emoción de una familia", presenta Hole, una versión actualizada del clásico foco incrustado en el techo. Ideado por el equipo creativo interno de Simon, Hole es un cilindro, un vacío puro que se integra en el techo. Mediante un diseño que reduce el objeto a su mínima expresión y la incorporación de las últimas tecnologías, Hole tiene una naturaleza tan discreta que apenas se le ve. Y la luz que irradia, parece que venga del exterior.

El sistema de iluminación Hole es genial para crear espacios conceptuales. Los focos quedan camuflados en el techo de manera que lo que destaca es la luz y no el objeto. Esta solución nace como respuesta al trabajo evolutivo realizado por la marca a través de más de un centenar de años. Que no es poco.

'Hole' recrea el efecto de la luz pura abriéndose camino en tus espacios a través de pequeñas brechas.

Es una de las firmas de iluminación más sensibles porque, tal y como describen, "solo trabajando desde la emoción, se pueden hacer grandes cosas”. Gracias a la tecnología, el diseño y la simplicidad, transforman los gestos en experiencias y en nuevas sensaciones. En su hoja de ruta está seguir innovando pero manteniéndose fieles a sus valores, los que les han llevado a convertirse en una marca líder.

Con el foco Hole, el equipo creativo de Simon ha ido un paso más allá en su propósito de moldear la arquitectura y los matices de un espacio mediante la luz. La fuente luminosa se desplaza verticalmente para modelar el haz y, en su posición extrema, incluso ocultarse a la vista. Dispone de múltiples tamaños (incluso una versión micro de solo 25 mm) y llamativas versiones del cilindro en colores flúor que, no obstante, proyectan luz igualmente blanca.