Sin alardes estilísticos, pero con el rigor de un programa bien definido, esta casa ubicada en un paraje frondoso todo el año gracias a un clima templado húmedo es el escenario de una forma de vivir alineada con el privilegiado contexto. La vivienda se sitúa en el centro de la parcela para que el jardín sea siempre visible desde el interior.

 

Los cajones contenedores extraíbles de madera de nogal ayudan a organizar los recipientes, utensilios y alimentos sin restar capacidad

De este modo, los propietarios disponen de un huerto en el que cultivar aromáticas y vegetales ya que a ambos les encanta cocinar. La cocina está situada en un anexo acristalado, rematado por una cubierta abovedada, el núcleo de la convivencia familiar, que comparte con un rincón de lectura tras una celosía.

 

Los tiradores lineales de aluminio se integran discretamente en la parte superior de puertas y cajones

Para equiparla se eligió FINE Gris Visón Seda de Santos, un diseño de líneas puras que contribuye a su plena integración en un espacio abierto y polivalente. El acabado de los frentes refuerza la sensación de calidez aportada por la madera. El mobiliario se ha distribuido en forma de L, con una gran península que, al extenderse en paralelo al comedor, funciona como transición entre las zonas de trabajo y las de ocio. En ella se reúnen las áreas de preparación, lavado y cocción.

 

 

Almacenamiento de la Cocina FINE, de Santos

La encimera se prolonga por la cara posterior de la península para crear una práctica barra para desayunos o comidas informales. Perpendicular a ella se han dispuesto elementos murales –columnas que integran el frigorífico, dos hornos y una vinoteca– y una estantería modular en madera Roble Kairós que incorpora iluminación LED. El conjunto respira la naturalidad y funcionalidad de un espacio adaptado al estilo de vida de sus habitantes. 

 

La encimera es de laminado con acabado Mármol Emperador y el fregadero Mythos con tabla de corte, de Franke