Dos toldos de rayas blancas y rojas marcan la entrada de Arrogante, un elemento propio de las carpas circenses, pero muy discreto para lo que el comensal encontrará nada más entrar en su interior: un autentico escenario que recuerda a un circo vintage. Se trata de la nueva apertura del sello hostelero Grupo Salvaje. El interiorismo de este restaurante es obra del estudio Il Mio Design, que se ha inspirado en la comedia del arte italiana para diseñarlo, incorporando guiños a la época renacentista y fusionando elementos característicos como tradiciones carnavalescas, recursos mímicos o habilidades acrobáticas, con el particular toque contemporáneo que los define. El resultado es un espacio que gira en torno al mundo del espectáculo y crea un ambiente elegante con aires nostálgicos.

La mayoría de las piezas de mobiliario se han hecho a medida y se combinan con asientos de Topos WorkShop

Aunque a primera vista Arrogante es un espacio sugerente e ínfimo, cuando empieza la música se transforma en un show circense con un punto irreverente. Cortinas de terciopelo, colores rojos, suelo en rojo y blanco compuesto por despieces de mármol macael y onyx cortado en forma de espigas en zigzag, máscaras en las paredes y caballitos voladores contribuyen a crear esta atmósfera teatral. Para conseguirlo, Andrea Spada y Michele Corbani, fundadores del estudio, han trabajado la temática del feriante del giostraio, y se traduce en un tiovivo que funciona como elemento central del espacio con caballitos que se descuelgan del techo al ritmo de la música, subiendo y bajando, en alusión a un ambiente de feria.

A nivel arquitectónico, el espacio se desarrolla en diferentes niveles creando zonas semiprivadas desde donde poder disfrutar del espectáculo.

La gama cromática de rojos escogida busca estar en sintonía con la estética circense del Renacimiento y se aprecia en los bancos alrededor de las mesas y las cortinas que generan esa sensación de teatralidad. En techos y paredes, con un acabado de estuco de la marca Onyx, se hace un guiño a las tradicionales arquitecturas italianas.

Un a barra central, pensada en dos alturas y revestida en Neolith , con moldur as de madera, domina el espacio.

Para el estudio la iluminación es clave y así lo ha plasmado en la decoración del restaurante, donde se ha apostado por luz cuidada, cálida indirecta y regulable a través de máscaras teatrales que sirven como apliques que iluminan y a la vez visten las paredes. Todo está pensado para que el comensal disfrute de un recetario italiano eminentemente clásico.