En la madrugada del 12 de octubre de 1492 Rodrigo de Triana, uno de los avistadores de La Pinta con Cristóbal Colón al frente, gritaba ¡tierra a la vista! Lo que no sabía ninguno de los que iban en las tres carabelas es que años después, ese grito se transformaría en “un pincho de tortilla y dos de gazpacho para la mesa siete” gracias a lo que ese nuevo mundo poseía. Porque maravillas culinarias como la patata y sobre todo el tomate, se cultivaban allí y hoy podemos presumir de unos platos deliciosos gracias a ese hallazgo. Así que no hay mejor forma de rendir homenaje a tan ilustres personajes de la historia que cultivando tomates en casa, porque si ellos pudieron viajar para hacer nuestra vida más deliciosa, se lo debemos.

¿Qué debemos tener en cuenta para plantar tomate en casa?

Lo primero es que necesitan abundante agua y mucha luz, por lo que debes valorar la zona de tu casa donde se cumplan estos requisitos, al menos el de la luz. Después es importante decidir el tipo de tomate a cultivar, pues existen dos variedades:

1. Tomates determinados, se trata de un tipo de planta más compacta, como un arbusto y no necesita poda. Su crecimiento es limitado, por lo que si no dispones de mucho espacio es perfecto, ya que su tamaño es reducido, de hecho son los llamados tomates cherry.

2.Tomates indeterminados, esos son los de toda la vida, con un tamaño similar a una pelota de tenis y un crecimiento ilimitado. En este caso se requieren más cuidados y más espacio, pero a cambio tenemos tomates una temporada entera.

Existen dos variedades.


¿Cómo debe ser la maceta en la que cultive mis tomates?

El tamaño importa siempre, y sobre todo cuando vas a plantar tomates en casa, porque si bien es cierto que la maceta adecuada para poner las semillas debería ser como mínimo de entre 30 centímetro y 45 centímetros de profundidad, pues como es obvio, cuanto más grande, mucho mejor.

Y el peso también hay que tenerlo en cuenta, porque la maceta debe ser de un material poco pesado como el plástico, o te costará mucho moverla. Y ya si dejas un plato debajo para que se deposite el agua tras el riego, será perfecto.

Al tomate le gusta el sol.


Cómo plantar tomates en cinco pasos muy fáciles

No hay una época mejor o peor para plantar, pero sí debes tener en cuenta que si lo haces en invierno deberás cubrir la maceta porque a los tomates lo que les gusta es el solecito y el calor. Y para hacerte con las semillas, las adquieras en un comercio especializado o hayan sido extraídas de cualquier tomate que tengas en casa, recuerda que debes secarlas bien antes de plantarlas.

  1. Rellena la maceta con tierra de cultivo dejando 5 centímetros.
  2. Allana la tierra con la mano y esparce las semillas sobre ella pero separando unas de otras.
  3. Presiona las semillas contra la tierra para hundirlas de forma parcial y añade los 5 centímetros de tierra que habías dejado antes, para volver a presionar todo que quede bien compacto.
  4. Riega con abundante agua. Si no hace mucho calor, cúbrela con papel film que haga efecto invernadero y ponla en una zona donde reciba luz solar directa. Si hace calor, puedes dejarlo como está.
  5. Asegúrate de que la maceta tenga siempre la humedad adecuada, es decir, la tierra siempre debe estar húmeda pero evitando que se encharque.
Solo nos da cosas buenas.

¿Cuáles son las ventajas y beneficios del tomate?

En forma de gazpacho, ensalada, para el desayuno, a mordiscos, lo que sea, el tomate es un alimento maravilloso que hace que nuestra vida sepa mejor, en todos los sentidos.

• Ayuda a expulsar toxinas (efecto diurético).
• Combate infecciones.
• Fortalece el sistema inmune y favorece la prevención de enfermedades.
• Buen regulador del tránsito intestinal.
• Favorece la rápida cicatrización de heridas.
• Reduce los riesgos de accidente vascular cerebral y disminuye los efectos del envejecimiento sobre las funciones cerebrales.
• Reduce el colesterol.
• Protege la piel de los rayos ultravioletas.