Así como en una obra nueva se parte de una hoja en blanco y a priori es posible plantear la decisión de ocultar o ptenciar en la fase de proyecto sin cortapisas, en una reforma se trabaja con preexistencias que condicionan las elecciones: hay que valorar lo que se debe conservar y destacar, por cuanto contribuye a reafirmar la esencia y carácter de un espacio, y, por el contrario, ocultar, cuando no suprimir, lo que podría interferir en la lectura clara del proyecto. El rango de lo visible y lo invisible cobra además especial relevancia en espacios pequeños, donde hay que hilar muy fino en lo que es fundamental y accesorio para la funcionalidad.

Casa de Frederik Werner, NORM architects.

Las tendencias estéticas actuales, que buscan espacios depurados en los que predominan las superficies continuas, unidas a la innovación técnica, han hecho que determinados elementos tiendan a disminuir su presencia visual. Así, las modernas carpinterías metálicas son capaces de aportar grandes luces con una mínima perfilería gracias a su elevada resistencia y a herrajes capaces de manejar grandes pesos con facilidad. De igual modo, las puertas interiores suprimen jambas para crear continuidad con la estética de las paredes. En el mobiliario, los tiradores convencionales también desaparecen en favor de sistemas de gola, uñero o push pull. En el baño, los platos de ducha se enrasan en el suelo, e incluso los flexos de las duchas desaparecen en las barras, como en el modelo 180º, de Strohm-Teka. En iluminación, la generalización del LED ha permitido abordar la luz arquitectónica con tiras ocultas en los muros o integradas en el mobiliario, una solución que sirve para bañar las superficies y acentuar la volumetría.

La cuestión de ocultar o enseñar también concierne a las instalaciones. Por ejemplo, hoy en día es perfectamente posible disponer de un sistema de climatización invisible gracias al suelo radiante. Pero si la reforma se realiza en una vivienda que se va a alquilar, quizá sea preferible dejar la instalación vista para que una eventual reparación sea mucho más fácil y rápida; así de paso se ahorra el coste de albañilería para ocultar las tuberías. Otro aspecto que puede inclinar la balanza en uno u otro sentido es que ciertos elementos del espacio original, como radiadores de hierro fundido, conductos metálicos o mecanismos de cerámica, aporten una estética que valga la pena preservar en aras de evocar la historia del lugar, por ejemplo en la transformación de naves industriales en viviendas.

Viksberg Grand

DISEÑO SALUDABLE

Este ejercicio de depuración espacial tiene también una vertiente práctica conectada con nuestro bienestar físico. La pandemia ha puesto el foco en la necesidad de crear espacios saludables, que mantengan a raya los patógenos. Por eso, como apunta el arquitecto Fran Silvestre, hay una tendencia a suprimir o "enrasar" lo que él denomina "accidentes constructivos" que impiden la limpieza y el mantenimiento, como rodapiés o interruptores. Sea por una cuestión estética o funcional, la elección de lo visible y lo invisible en una reforma es un ejercicio fascinante que, bien planteado y manejado por el proyectista en complicidad con el cliente, puede producir resultados espectaculares.