Por mucho que sepamos que el resultado final nos dará mucha felicidad, enfrentarnos a una reforma nos dará quebraderos de cabeza. Entre el 'antes' y el 'después' de una obra tiene lugar la fase más importante de todo proyecto: el 'durante'. Esa que a los profesionales gusta mucho y suelen mostrar en sus redes sociales, ya que es el proceso en el que se va plasmando cómo se materializan todas sus ideas, pero también es la etapa más dura y complicada de asumir para el cliente propietario porque de esta fase se suele tener poca información se habla más bien poco. El estudio de interiorismo RQH Studioliderado por el arquitecto Rober Quiñones-Her nos cuenta los intríngulis que conlleva este proceso y comparte cuatro recomendaciones para vivirla sin sorpresas y con la tranquilidad necesaria.

 

1. No pises la casa durante esta fase

 Según el experto, la fase del 'durante' "es un poco estresante porque hay que tener todo calculado al milímetro, ejecutando con mimo y precisión todo lo que se ha diseñado y proyectado pero, a la vez, es de las fases que más disfruto. Me encanta ver cómo se materializan todas las ideas". Una aparente contradicción fácil de asumir para un profesional del sector con muchos proyectos a su espalda, pero más complicada para el cliente propietario. "De hecho, yo siempre aconsejo que no pisen la obra durante esta fase", cuenta el interiorista.

Reforma de cocina

2. Va a requerir más tiempo del que te han dicho

Una obra de reforma integral puede conllevar un tiempo aproximado entre cuatro y seis meses pero, en el estudio, donde cuidan hasta el mínimo detalle "para conseguir un buen resultado final", el período de trabajo suele alcanzar los ocho meses. Es cierto que calcular este tiempo -que suele ser la pregunta del millón de los clientes-, depende de muchos factores, como el tamaño de la vivienda, la complejidad de los diseños o el tipo de instalaciones, por ejemplo, pero hay que asumir que es probable que haya complicaciones y que tu casa esté lista más tarde de lo que te gustaría.

3. No dejes nada al azar

Para Quiñones-Her, una reforma "es como un buen engranaje donde todo tiene que estar muy bien coordinado porque cualquier problema o inconveniente que ocurra, retrasa el siguiente trabajo". En este sentido, la clave durante todas las fases está "en una buena planificación y no dejar nada al azar", recomiendan desde el estudio, que insiste en la importancia de comunicarse entre todos los miembros del equipo.

Recibidor y salón en reforma

4. Confía en el profesional

Para entender mejor cómo funciona el proceso de una obra de reforma integral, RQH Studio diferencia entre los diseñadores de interiores del estudio y los profesionales y gremios que participan. En la fase del 'durante', el arquitecto reconoce que hay que estar muy encima de los profesionales que trabajan en la obra y explicarles bien cada detalle, sobre todo cuando lleva bastante complejidad. Por supuesto, puede haber contratiempos, como al que se enfrenó una vez Quiñones-Her, que se encontró con los techos mal acabados por un malentendido en una obra y se tuvieron que rehacer de nuevo todos. "Yo siempre digo que hasta que no está todo perfecto, no se entrega la vivienda, porque soy incapaz de dejar algo que a mí no me gustaría tener en mi casa", confiesa.

Cocina tras reforma integral

Además, cuando el fundador de RQH Studio recomienda a sus clientes que no visiten la obra durante la fase del 'durante' es precisamente porque sabe que cuando lo vean todo terminado al final, con el último detalle, la reacción será mejor, "maravillosa", la define él. De hecho, "ese es uno de los momentos en los que recuerdo por qué me encanta tanto esta profesión".