Al entrar por primera vez en una estancia las paredes son uno de los primeros lugares que captan la atención del ojo, con lo que la impresión que transmitan va a ser vital. A la hora de decorarlas, saber aprovechar los recursos a tu alcance tiene infinidad de beneficios. Los espejos son uno de los elementos más interesantes y su buen uso trae consigo cinco ventajas como son más estilo, luminosidad, perspectiva, amplitud visual y personalidad.

Tanto el paso del tiempo como la falta de pintura o las imperfecciones son algunas de las características que hacen de un espejo una pieza única y auténtica.

Colocar los espejos adecuados en el sitio correcto ayudará a vestir las paredes de tu casa haciendo que gane en estilo y elegancia. En este caso menos es más, ya que el tipo de espejo, su material, su diseño o su color es tan importante como el entorno que le rodea. Ambos aspectos deben complementarse para crear una atmósfera equilibrada y armoniosa.

En la actualidad puedes encontrar distintos y variados diseños acordes a tu gusto decorativo. Una de las mayores virtudes de los espejos es que pueden mezclarse con elementos de otros estilos sin ningún problema ya que cobrará gran protagonismo allá donde lo ubiques, añadiendo autenticidad y personalidad al espacio.

Además de proporcionar mayor luminosidad, los espejos sin marco no restan espacio y ayudan a ampliar visualmente la estancia.

La luz natural es una de las cualidades más valoradas en una vivienda, de ahí que continuamente se intente potenciarla. Algo tan sencillo como colocar espejos frente a una ventana proporcionará ese efecto óptico y decorativo con el que lograrás multiplicar la luminosidad de la estancia.

Ubicándolo en un lugar estratégico de una habitación ganará en interés visual tanto él como todo aquello que refleje (un espejo grande frente a una pieza llamativa multiplica su esplendor). Cuando se busca potenciar estas cualidades lo aconsejable es que el marco no sea demasiado ancho, es más, cuanto más estrecho mejor.

En pasillos y habitaciones con zonas más oscuras, los espejos agrandan el espacio y proporcionan distintas perspectivas y mayor sensación de profundidad.

Aunque la mayoría de las veces pensamos en el salón o el recibidor, el dormitorio también puede beneficiarse de las ventajas de decorar con espejos. En concreto, colocarlos en los armarios ayuda a suavizar la sensación de pesadez que transmiten muchos de ellos a la vez que confieren perspectiva y profundidad, perfecto para estancias pequeñas.

De igual forma, una estancia ganará en amplitud visual si se colocan espejos en dos paredes enfrentadas, de tal manera que dupliquen su efecto produciéndose un curioso juego de perspectivas que recuerdan a los trabajos del artista neerlandés M.C. Escher.

Los espejos de gran formato son sofisticados y elegantes. Además, los dorados con molduras son tan versátiles que enriquecen todo el conjunto independientemente del estilo decorativo predominante.

Los espejos tienen ciertas connotaciones mágicas que los rodean de misterio. Si quieres utilizarlos para darle personalidad a tu casa prueba a hacerlo con marcos con historia o combinando varios de ellos. Por otro lado, no se trata sólo de qué espejo se coloca sino de cómo se hace, por ejemplo apoyándolos sobre una repisa o directamente sobre el suelo si son de gran tamaño en vez de colgarlos. Además de ahorrarte la tarea de taladrar y agujerear la pared, esta opción permitirá cambiarlos de ubicación siempre que quieras.