Una casa que cambia con las estaciones

Realizada por el estudio Stuart Silk Architects, esta casa posee fachadas en acero Corten y concreto con forma de tablero, materiales que metafórica y directamente abarcan las duras realidades del lugar y su entorno. Resisten a los cambios bruscos de temperaturas, ya que el terreno exige que la vivienda esté preparada para grandes nevadas en invierno y calor, mucho calor, en la temporada de verano. 

El uso de acero corten ayuda a fusionar la casa con el suelo rocoso, convirtiéndose en una consecuencia de su ubicación.

Los exteriores son espectaculares y se adaptan tanto en forma como de fondo a sus usos estacionales, para que la vivienda sea disfrutada en cualquier época del año. Así pues, no solo se ha pensado en la utilización de los materiales más idóneos según su ubicación, sino también en  la creación de espacios, como este, para que las terrazas sean útiles tanto si hace frío como si hace calor. 

La entrada está en el piso superior de esta casa de dos pisos. Los espacios principales incluyen la sala de estar, que está flanqueada por dos volúmenes que contienen la cocina, el comedor al oeste y la suite del dormitorio principal al este.

El salón es una estancia elegante, amplia y con múltiples rincones de estar que irradian estilo. Las vistas, omnipresentes gracias a las paredes de cristal, van cambiando la decoración según el paso de las estaciones.

En cada nivel, un techo de listones de cedro se apoya sobre el suelo de concreto monolítico. Las columnas de acero estructural se dejan expuestas. Las paredes de vidrio permiten vistas sin obstáculos del espectacular paisaje alpino y el cielo, mientras que una banda continua de ventanas del triforio en la sala de estar permite que la luz equilibrada penetre en la casa desde cuatro lados.

En invierno, las estancias se vuelven cálidas en contraste con los exteriores completamente nevados. Los muebles y complementos son siempre los mismos, pero parecen tomar otros carices según los meses en los que se reside. 

La paleta interior de materiales es mínima y se centra en materias y acabados naturales. "Este proyecto fue una oportunidad excepcional para trabajar con un cliente que tiene un buen ojo para un alto nivel de diseño y detalle", señala la diseñadora de interiores Julianne Shaw. “Mi objetivo era crear espacios personalizados al extremo para los propietarios. Logramos esto al traer los colores del paisaje de Montana a los interiores, utilizando piedra natural, y agregando muebles refinados, telas lujosas y alfombras de seda. Las lámparas de vidrio, que son obras de arte, crean  el brillo final".

Cocina y comedor en paralelo se plantan ante las imponentes vistas. 

Dos elementos de acero escultural, la puerta pivotante de gran tamaño de doce pies de altura en la entrada y una barandilla de escalera de tres cuartos de pulgada de grosor y veinte pies de largo, están salpicados con una serie de agujeros cuadrados llenos de vidrio, que recuerdan a estrellas en el cielo nocturno. La barandilla está soportada por clavijas de acero rectilíneo incrustadas en la escalera de hormigón.

En el baño principal, madera natural y mármol conviven con lámparas de vidrio soplado. Todo para reflejar un ambiente confortable y exclusivo. 

¿Un bañito en pleno invierno? ¡Porque no! En esta minipiscina termal exterior, puedes gozar de un baño calentito ante las vistas de las montañas nevadas. 

En invierno, la casa se contempla como un lujoso refugio cien por cien contemporáneo. La majestuosidad de su fachada se funde con el también colosal paisaje, cuando la nieve viste su estructura.