No hay mejor inicio en el coleccionismo que el dibujo, más asequible y con tanta fuerza plástica como cualquier otra técnica. En España, sin embargo, es un mercado –estampado incluido– sin gran predicamento, a diferencia de lo que ocurre en otros países de Europa. Para subsanar esta falta de consideración ha nacido en Madrid la feria Gabinete, que en su segunda edición abre este año al público del 25 al 28 de mayo.

Además de la calidad de galeristas y obras, entre las que destacan dibujos de un maestro como Goya, juega a favor de Gabinete sus contenidas dimensiones para no abrumar –lo llaman los organizadores "salón boutique"–, su emplazamiento en un distinguido edificio de la Real Academia de San Fernando de Madrid –custodio de las láminas de cobre grabadas al aguafuerte de Goya– y la habilitación del espacio a cargo de Juan Herreros, que lo mismo sabe trabajar sobre una magna obra como el Museo Munch de Oslo que en un proyecto más humilde como este.

Unos paneles enrejados marcan el camino a los visitantes

La idea consistió en transformar las salas centenarias en un gabinete de curiosidades contemporáneo, una moderna wunderkammern en la que conviven obras históricas y de vanguardia, cuando lo habitual en el extranjero es que las ferias de dibujo se especialicen en épocas diferentes. Cinco siglos de arte recorren los dibujos y estampas, a los que también acompañan libros de arte y valiosas ediciones de artistas contemporáneos hechas en exclusiva para Gabinete.

El proyecto del estudio Herreros ha consistido en huir del típico concepto de "mercado", en el que cada galería ofrece un espacio propio como si fuera un puesto de comida, que provoca que tanto a oferta como demanda les pueda la timidez. En Gabinete una galería sigue a otra a través de un pasillo de paredes enrejadas que permite atisbar lo que viene a continuación. Herreros prefirió esta solución industrial porque al prescindir al máximo de la arquitectura se aprovechan al máximo las salas disponibles.

En Gabinete convive obra antigua y contemporánea

En un paseo por las salas se viaja de un siglo a otro en cuestión de minutos, disfrutando en paralelo de Richard Serra y Giovanni Battista Castello, de Ouka Leele y Alonso Cano, o de Alberto Corazón y Juan Gris. Están presentes galerías especializadas en arte contemporáneo como La Caja Negra, Benveniste Contemporary y Niels Borch Jensen, junto a otras líderes en arte antiguo o moderno como Ana Chiclana, Artur Ramón Art y Caylus, y librerías dedicadas a ediciones especiales o incunables como Astarloa, Bardón o Casals. También está presente el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, que mostrará fuera de Cuba, por primera vez en su historia, obras de sus fondos de dibujos y estampas con trabajos de Tiepolo, Fortuny, Wilfredo Lam y Roberto Fabelo.