Quien tiene un perro, tiene un miembro más en su familia. Son mascotas, sí, pero a la hora de la verdad son uno más (en lo bueno y en lo malo): duermen dentro de casa, nos quitan el sitio del sofá… En definitiva, no perdonan el momento descanso, incluso llegan a arrebatarnos el nuestro. Y es que la razón es una y muy clara, todos queremos (y necesitamos) un sitio cómodo para reposar.

Si hacemos una lista de "pros" y "contras" de descansar en una buena cama, antes de apuntar la primera palabra ya tendríamos claro hacia dónde se decantaría. Así es también para los más peludos de la casas. Dar a tu mascota un lugar agradable no tiene que jugar en contra de la decoración de la vivienda.

También hay camas de perro que dejan a un lado el convencional colchón estampado para ofrecer soluciones resistentes, prácticas, cómodas y decorativas. Amantes caninos, es hora de darles su lugar.