Las cortinas son probablemente de los elementos más funcionales en un interiorismo: pueden elevar un interior gracias a su diseño, servir como separación entre varias de las estancias de la casa (hay quien dice que son las nuevas paredes), resguardarnos del sol y las miradas o hasta ayudar a controlar la temperatura de nuestra casa. ¿Pero cómo es la cortina perfecta? Muchas veces no sabemos a ciencia cierta qué longitud debe tener, de qué tela es mejor que estén confeccionadas o cómo deben colgarse o recogerse. Para solventar estas dudas hemos recurrido a la tapicería Rabadán, unos auténticos expertos en el tema que desde su taller de Madrid se han especializado en elegir las mejores telas del mercado y elaborar con ellas cortinas a medida.

¿Qué es lo primero que debemos tener a la hora de encargar una cortina?

"En cualquier encargo lo más importante es preguntar a los clientes. Es vital tener toda la información posible sobre la habitación, su ubicación dentro de la totalidad, la orientación de la ventana, la forma de vivir del cliente. Por ejemplo, si da al sur el tejido tiene que ser escogido contando con ello o si solo es para tamizar la luz o para proteger la intimidad", cuenta David Pastor, director creativo de Rabadán. Incluso, se deben tener en cuenta aspectos técnicos sobre la construcción del inmueble o la forma de la ventana. "En todos los casos en Rabadán siempre vamos a hacer la medición in situ de cada hueco (como se llama en el argot) y en este paso también extraemos mucha información".

¿Qué errores que solemos cometer al encargar o comprar una cortina?

Pastor lo tiene claro: "Fundamentalmente no dejarse asesorar de los profesionales y aceptar recomendaciones basadas sólo en el gusto estético y no en el aspecto técnico y/o funcional". Según resalta, el tipo de cortina que queremos, y también su confección, tiene que estar en consonancia con las posibilidades que la tela ofrece. Esto es, ser realistas y asegurarnos de que lo que queramos confeccionar sea viable además de operativo o estético.

¿Qué ventajas principales tiene una cortina personalizada frente a una que no lo es?

Entre sus ventajas, el director creativo de Rabadán destaca "su aspecto más estético y sutil" y la exclusividad de la cortina y que no haya otra como la tuya. "También está la capacidad de personalización y de construir con tu cortina exactamente lo que buscas y aspectos más técnicos como una perfecta adaptación al espacio y al proyecto estético", señala.

Hablemos de las medidas de la cortina, ¿Cuál debe ser su ancho?

Aunque, según resalta, todo esto depende del gusto del cliente Pastor da un dato: la tela debería de cubrir como mínimo 20 cm más a cada lado de la ventana o hueco. En cuanto a la tela extra depende también de otros factores y dependen del tipo de confección que se ha elegido. "Si es pinza americana lleva más cantidad extra de tela que si se trata de una cabecilla plana o una onda perfecta. Si la tela es un Jacquard, el estampado es algo a tener en cuenta a la hora de calcular los metros", explica.

¿Y de largo? ¿Cómo es la longitud de la cortina perfecta con respecto al suelo? ¿Debe arrastrar un poco o no?

"Sobre este particular también hay modas y tendencias. La cortina clásica tiende a la confección con arrastre, aunque no hay casos para todo ni para todos", señala el director creativo de Rabadán. Por eso, esta decisión se toma dependiendo de la estética del lugar y en función de unos condicionantes técnicos como el tipo de tejido, la confección escogida, si el accionamiento es manual o motorizado, y el carácter de la tela. "El lino o la lana aceptan mejor un arrastre marcado, por ejemplo que el poliéster", deja claro.

¿Cómo se logra la caída perfecta?

En esto Pastor también lo tiene claro: "Para lograr la caída perfecta es necesario tener mucho oficio detrás, ya que no hay dos casos iguales". Esto dependerá de si la cortina tiene forro, entretela o si cuelga de barra o de riel. Además de una buena manufactura, "esto es vital", el tejido tiene que ser dúctil y tener buena mano, "tiene que caer con encanto".

¿Rieles o barra?

Más allá de ser algo estético, "siempre tenemos que tratar de elegir lo que más nos guste", no hay que olvidarse del uso. Siempre deberíamos de preguntar al profesional para recibir asesoría en función de la frecuencia del accionamiento de la cortina (diario o casi nunca), si es manual o motorizado, si es visillo o cortina o ambos, por ejemplo. "Es realmente vital invertir en sistemas de calidad para que su operatividad sea máxima y que su durabilidad lo más extensa posible".

¿Qué tela es más adecuada para cada estancia? ¿Cuál soléis recomendar?

"No todas las telas son aptas para cualquier uso", cuenta el director creativo de Rabadán. Al igual que la rigidez o la elasticidad pueden pueden hacer que una tela no sirva para tapizar puede que una tela no sirva por su composición o estructura para una cortina. "Nosotros vendemos muchísimo el lino para las cortinas, aunque nuestra fibra favorita es la lana (que no da calor, más bien impide que penetre el calor). Como recomendación siempre tejidos naturales por sus propiedades y por conciencia y compromiso".

Y con los colores ¿qué consejos soléis dar? ¿En qué debemos basarnos para elegir el color?

"En los últimos años (décadas ya) se impuso como tendencia internacional el empleo de colores neutros y de telas lisas y neutras dejando de lado el los colores vivos motivos como flores, cuadros, tartán, rayas, pata de gallo...", explica Pastor. ¿La excepción? Países con una arraigada tradición textil y tapicera como Inglaterra. "Tomando nota de lo que viene ocurriendo en el mercado y las tendencias en interiorismo, no tenemos dudas de que los lisos y los colores neutros irán perdiendo cuota y de que llenaremos nuevamente las telas de nuestras casas de alegría, color y vida", concluye.