En la época victoriana, las reglas eran muy estrictas. Algunos temas, como el amor, no se podían hablar abiertamente. Por eso, los amantes buscaban fórmulas para comunicarse sin levantar demasiadas sospechas. Las flores se convirtieron en la fórmula perfecta para dar a conocer los sentimientos de una forma sutil. Los amantes se enviaban mensajes en clave sin tener que hacerlo en voz alta o a la vista de todo el mundo. Así comenzaron algunas de las historias más románticas. Pero no solo eso, las flores también servían para comunicar a un pretendiente que el sentimiento no era mutuo. Solo había que escoger las flores correctas.
La floriografía se hizo muy popular en aquella época por pura necesidad para transmitir amor, rechazo o ilusión. Hoy, los smartphones nos facilitan esta labor, pero hay una vuelta romántica a comunicar los sentimientos a través de las flores y conocer el significado de cada una de ellas te puede ayudar.