El orden y la organización van más allá de simplemente tener un espacio limpio y organizado. Se extiende a todos los aspectos de la vida, incluyendo la organización de tareas y responsabilidades, la gestión del tiempo, las relaciones interpersonales y la claridad mental. El desorden, por otra parte, es un aspecto común en la vida de muchas personas. Algunas personas pueden mantener sus espacios limpios y organizados con facilidad, mientras que otras luchan constantemente contra el caos y el desorden. Además, este desorden puede tener su origen en algunos rasgos de la propia personalidad de cada uno, dando lugar a una clasificación en función de su forma de actuar.

El nostálgico

El desordenado nostálgico es aquel individuo cuyas tendencias desorganizadas están fuertemente influenciadas por el apego emocional a objetos y recuerdos del pasado. Este tipo de persona tiende a acumular una gran cantidad de objetos y recuerdos. Cada artículo despierta sentimientos de nostalgia y apego emocional, lo que dificulta deshacerse de ellos, incluso cuando su acumulación afecta negativamente su entorno.

 

Viva el maximalismo vintage

 

El rebelde

A todos nos gusta sentirnos libres sin que nadie nos obligue a hacer nada. El problema es que, en ciertas personas, esto también se aplica al ámbito de la organización. El desordenado rebelde es aquel que, tan solo por querer llevar la contraria, se niega a mantener ordenada su vivienda. Son personas que no quieren que otras les digan cómo deben actuar o como pensar. En su caso, prefieren seguir sus propias reglas.

 

Ropa desordenada

El perfeccionista

A veces esperamos y esperamos hasta encontrar el momento perfecto para ordenar y organizar nuestra vivienda. El problema es que ese momento ideal nunca llega. Los desordenados perfeccionistas viven en un mundo de todo o nada. Son capaces de hacer grandes trabajos cuando se lo proponen, sin embargo, por miedo al fracaso o a cometer algún error, pueden atrasar sus tareas lo máximo posible.

El postergador

Es aquella persona que tiene dificultades para mantener el orden y la organización en su vida debido a su tendencia a posponer tareas y responsabilidades. En alguna ocasión, la mayoría hemos preferido retrasar nuestras tareas por pereza o por falta de interés, sin embargo, este tipo de conducta, a la larga, puede tener consecuencias serias. Este tipo de persona desordenada suele aplazar las tareas de limpieza y organización en favor de otras actividades más atractivas o apremiantes, lo que lleva al aumento del desorden en su entorno.

 

Zapatero con zapatillas deportivas ordenadas por colores

El pragmático

El pragmático guarda todo lo que pueda ser útil y que pueda tener algún tipo de uso en algún momento de la vida. La mayoría tenemos algo de pragmático en nosotros. El truco es determinar cuándo estamos siendo prácticos y cuándo nos estamos engañando a nosotros mismos. 

El cazador de gangas

Los desordenados caza gangas son aquellos que se enorgullecen de obtener excelentes ofertas en todo lo que compran, lo que a primera vista parece perfecto. Sin embargo, la dificultad que tiene este tipo de persona cuando se trata de ordenar es doble. En primer lugar, es probable que compren muchas cosas si tienen grandes descuentos y es posible que nunca tengan la oportunidad de usarlas todas. Y puede ser difícil para ellos desprenderse de algo que obtuvieron a un precio muy bajo, ya que sienten que están tirando el dinero.