El hecho de no tener muy buena mano para las plantas no es razón para privar al hogar de su encanto. Y ni por ello hay que privarse de la vida que dan al interior de una estancia, ni de la sensación de calma que produce tener un pequeño jardín con plantas de interior al llegar a casa después de largos viajes o días ajetreados. Además de bonitas, dejan atrás esa sensación desértica en el hogar, y es precisamente en este tipo de paisajes donde podemos encontrar el remedio perfecto para los más descuidados: los cactus.
Si hay una ventaja que tienen los cactus es su resistencia. Pertenecen a la familia de las suculentas, es decir, que almacenan el agua en sus hojas y aguantan perfectamente a largos periodos sin riego. Aptos para despistados y para viajeros.
La guía básica de cuidados es sencilla. Únicamente debes tener en cuenta que no debes regarlos mucho, que la mejor época para trasplantarlos es el verano o la primavera y, al poder ser, en suelos con pocos nutrientes o especiales para cactus. El hecho de que sean exóticos hace que también necesiten de un ambiente fresco y soleado junto a tomas de luz.
Sus formas exóticas, salvajes y únicas son todo un recurso decorativo para llenar de color pequeños rincones o grandes espacios. Podemos encontrar gran inspiración en sus formas, bien sean los icónicos cactus desérticos característicos de Sonora en Arizona y México, los tropicales o los endémicos de Canarias. Existen más de 2000 especies diferentes entre las que elegir. Son muchos y por eso te facilitamos la decisión con los cactus que querrás encontrarte en cualquier pequeño rincón de la casa, con unos pequeños consejos para su cuidado ¡No te pierdas ninguno!