Hay muchos elementos que debes tener en cuenta a la hora de decorar una casa pequeña para lograr crear una mayor sensación de amplitud. Y, de la misma manera, hay la misma cantidad de errores en los que es fácil caer y conseguir el efecto contrario: que el espacio parezca aún más pequeño de lo que es y que no aprovechemos bien las posibilidades.

Por eso, hay que tener en cuenta todos los aspectos: desde el tamaño de los muebles, a su funcionalidad, los colores que empleamos o la iluminación. Para que nunca te vuelva a pasar hoy te contamos los errores más comunes que todos cometemos (o hemos cometido alguna vez) al decorar un espacio o casa pequeña y cómo evitarlos. ¡Manos a la obra!

Salón pequeño

Un juego de contrastes para un piso (pequeño) en el corazón de Roma. 

Serena Eller Vainicher

1. Muebles demasiado grandes para tan pocos metros

Este es el primer error en el que caemos. Principalmente en muebles como el sofá, que queremos que sea amplio y lo más cómodo posible. Sí, pero hay que buscar bien y tomar medidas. Porque la estética del espacio también influye en la comodidad y porque, a fin de cuentas, queremos un sofá en el salón pero no un salón en el sofá. Es decir, nunca debe impedir que podamos movernos libremente por el espacio, entre otras cosas.

Ya que vas a necesitar un sofá de medidas más reducidas, aprovecha e invierte en una pieza liviana, con respaldos bajos, con personalidad y, por supuesto, confortable.

Al igual que con los sofás, nos ocurre con las mesas de comedor. Sabemos que te encanta recibir invitados, pero tienes que ser realista, porque en tu comedor no va a caber una mesa para muchos comensales. Lo mejor es que optes por piezas extensibles y sillas plegables, de manera que cuando no haya tantos comensales, todo ocupe el mínimo espacio posible.

Cuidado también en el dormitorio con la altura de la cama. Cuanto más baja sea, mejor. Los techos parecerán más altos. En conclusión, elige muebles proporcionados al espacio con el que cuentas y que te permitan moverte libremente por todas las habitaciones.

 

Marfa Suite

2. Un piso pequeño demasiado lleno

El objetivo, de hecho, de hacerte con piezas de mobiliario de tamaños reducidos es que el piso tenga un poco de aire. Es decir, que intentes respetar y mantener espacios vacíos. De esta manera, el espacio se volverá mucho más flexible y podrás adaptarlo según tus necesidades.

El espacio vacío también es un concepto importante a nivel decorativo en paredes, estanterías y otros lugares. Tenemos cierta tendencia a acumular adquirida y, si tu casa es pequeña, lo mejor es que vayas cambiando antes. Aquí el menos es más, importa, y dejar alguna que otra pared libre de decoración, generará mucha amplitud.

3. Colores oscuros en superficies grandes

Los colores oscuros, en general, tienden a crear una percepción de espacios más pequeños. Puesto que no reflectan la luz, también disminuyen la luminosidad de cualquier habitación. En un intento de seguir las tendencias, que actualmente huyen del blanco, cometemos el error de querer ser originales y pintar una pared de rojo, verde o azul oscuro, por ejemplo.

Lo mismo con ciertos muebles, como el sofá, un aparador o una mesa. Mucho cuidado porque, aunque sea tendencia, no todas las casas pequeñas lo admiten. Para acertar de pleno lo mejor es optar por colores claros y materiales como la madera en tonos claros. Generarán mucha calidez. Así que color, sí, pero en dosis pequeñas.

Proyecto del estudio de arquitectura Point Supreme.

4. Mezclar estilos

¿El salón de estilo boho, la habitación minimalista y el baño de estilo clásico? Igual en un palacio esto va bien, pero en una casa pequeña, lo mejor es siempre tratar de mantener un estilo uniforme en toda las estancias de la casa.

Esto es aplicable también a la paleta de colores. De esta forma se consigue unificar los espacios y generar una sensación de estancia grande con divisiones. Parece un juego mental, pero no lo es. Simplemente, unificar el estilo permite generar un ambiente más armonioso y equilibrado, algo fundamental que, mentalmente, asociamos a la amplitud.

5. Espejos por todos lados

Es verdad que los espejos tienen la capacidad mágica de ampliar los espacios y reflejar la luz natural, pero hay que tener cuidado. Sobre todo, pensar en su ubicación. Es importante tener en cuenta qué va a reflejar el espejo, porque si no es especialmente bonito, generará más desequilibrio que amplitud.

Piensa en la posición correcta del espejo para lograr ese efecto óptico que logra agrandar el espacio, por ejemplo, colocándolo de manera que refleje una pared.

Recibidor con espejos.

6. Olvidarte de las alfombras

Las alfombras, en contra de lo que pueda parecer, no restan metros cuadrados a tu casa. De hecho, si optas por una adecuada, puede servir de elemento para diferenciar espacios y aumentar así la sensación de amplitud. Evita los estampados y las de colores muy llamativos. Por el contrario, las lisas de colores claros te ayudarán que la sensación de amplitud sea mayor. 

7. Optar por la distribución horizontal

Gran error, porque la verticalidad es la gran aliada de los pisos pequeños. Aprovechar las paredes a lo alto añadiendo estantes o carpinterías a medida para espacio de almacenaje te ayudará a economizar los metros cuadrados de tu casa.

Casa pequeña con armarios hasta el techo.

7. No cuidar la iluminación

En realidad este error sirve para cualquier casa, sea pequeña o grande. La iluminación es la clave para lograr espacios funcionales y hermosos. En primer lugar, tenemos que tener en cuenta qué iluminación es adecuada según la actividad que realizamos en cada zona.

No es lo mismo lo que necesitamos en el espacio de trabajo de la cocina, donde tenemos que ver bien y al detalle, que en el sofá donde vemos la televisión, donde probablemente necesitaremos una iluminación más indirecta y tenue. Piensa bien en cómo vas a usar cada espacio para crear ambientes diferentes utilizando puntos de luz focales y no te olvides de contar siempre con una buena iluminación general.

 

Piso pequeño con paredes de cristal

8. Mantener los tabiques

El comedor, la cocina, el salón, la habitación y el baño, deben compartir la planta de una casa pequeña. ¿Por qué perder metros cuadrados con tabiques y divisiones innecesarias? Si no quieres algo totalmente diáfano, existen otras formas de separar estancias mucho más livianas y flexibles, como pueden ser cortinas o puertas correderas de cristal. Esta solución es, probablemente, la más efectista a la hora de conseguir aumentar el espacio, no solo visualmente, sino materialmente.

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