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 Philip Johnson, Puerta de Europa (1986) Premio Pritzker

Philip Johnson, Puerta de Europa (1986)

Seguro que has pasado infinidad de veces cerca de ellas en Madrid, puede que incluso te hayas hecho una foto haciendo como si las aguantases o hayas dudado del buen gusto de una obra tan megalómana, pero quizá no sabías que se trata de un edificio firmado por el primer ganador de los Premios Pritzker. La primera edición tuvo lugar en 1979 y en ella se reconoció la carrera de Philip Johnson.

Ciudad financiera del banco Santander, Kevin Roche (2002) Premio Pritzker

Ciudad financiera del banco Santander, Kevin Roche (2002)

Kevin Roche fue premiado con el Pritzker en 1982, y veinte años más tarde diseñó para el banco Santander la sede de oficinas a las afueras de Madrid que muchas empresas tomaron como modelo a seguir. El arquitecto irlandés, conocido sobre todo por sus construcciones acristaladas, ganó con su proyecto para la entidad bancaria a otros grandes de la arquitectura como Norman Foster o Rafael Moneo (ambos por cierto, recibirían también su Pritzker, aunque de nuevo después de Roche).

Ieoh Ming Pei, World Trade Center (1999) Premio Pritzker

Ieoh Ming Pei, World Trade Center (1999)

En 1983 se entregó el quinto Pritzker al estadounidense de origen chino Ieoh Ming Pei. Su obra más conocida es la Pirámide del Louvre en París, sin embargo también tuvo tiempo de diseñar un edificio que parece flotar en el puerto de Barcelona, el World Trade Center, un parque empresarial inspirado en un barco navegando por el Mediterráneo.

Oscar Niemeyer, Centro Niemeyer (2011) Premio Pritzker

Oscar Niemeyer, Centro Niemeyer (2011)

Se hizo esperar en nuestro país, pero al fin nos legó una muestra de su sabiduría, en concreto en Avilés. Se trata de la última obra diseñada por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, y en ella se pueden apreciar todos los elementos presentes en su obra: el blanco, la geometría elemental, las líneas curvas... todos los que le valieron un Pritzker en 1988.

Frank Gehry, Guggenheim (1997)

Frank Gehry, Guggenheim (1997)

Parece un tópico hablar de Frank Gehry y mencionar el Guggenheim de Bilbao, pero hay que romper una lanza en favor de este gran edificio que marcó un antes y un después en la dimensión icónica de la arquitectura. En 1989, cuando recibió el Pritzker, todavía no se había construido, hecho que demuestra que este reconocimiento no premia grandes edificios, sino el aporte de la obra del arquitecto al mundo de la arquitectura.

Aldo Rossi, Museo do Mar (2002) Premio Pritzker

Aldo Rossi, Museo do Mar (2002)

Uno de los grandes edificios desconocidos en España, pero no por ello menos importante, es el Museo do Mar en Vigo, en la playa de Punta do Muíño. Esta joya de la arquitectura contemporánea la levantó el ganador del premio Pritzker en 1990, Aldo Rossi, en colaboración con el arquitecto gallego César Portela. Un espacio sencillo desde el que contemplar el gran espectáculo del Atlántico.

Alvaro Siza, Parc Esportiu Cornellà (2004) Premio Pritzker

Alvaro Siza, Parc Esportiu Cornellà (2004)

Si tu sueño es bañarte en una piscina diseñada por Alvaro Siza tienes dos opciones: viajar a Oporto y darte un chapuzón en las aguas del complejo de Leça de Palmeira disfrutando del sol, o bien acercarte hasta Cornellà (Barcelona) y hacerlo a cubierto. En 2004 se abrieron las puertas de este centro deportivo que cuenta con una piscina cubierta abovedada que se ha convertido en la favorita tanto de los amantes de la natación como de la arquitectura.

Rafael Moneo, Ayuntamiento de Murcia (1991) Premio Pritzker

Rafael Moneo, Ayuntamiento de Murcia (1991)

Moneo será siempre, por encima de todo, el primer Pritzker español. Por supuesto que en nuestro país tenemos infinidad de obras del navarro, pero nos gusta mucho el edificio del ayuntamiento de Murcia. Las líneas verticales de la fachada se enfrentan directamente a los ornamentos de uno de los mejores ejemplos de la arquitectura barroca española, la Catedral de Murcia, y en esta "batalla" el edificio de Moneo sale victorioso a pesar del reducido espacio de la Plaza del Cardenal Belluga.

Renzo Piano, Centro Botin (2017) Premio Pritzker

Renzo Piano, Centro Botin (2017)

El más reciente de los edificios de esta lista es el Centro Botín de Santander. A pesar de ser la única obra de Renzo Piano en nuestro país, el ganador del Pritzker en 1998 parece que se enamoró de la bahía de Santander, ya que el edificio está en plena conjunción con el entorno y ofrece unas vistas únicas. 

Norman Foster, Torre de comunicaciones (1992) Premio Pritzker

Norman Foster, Torre de comunicaciones (1992)

Si en un mapa pusiéramos un punto rojo en cada país en el que Norman Foster ha levantado un edificio, la superficie parecería contagiada con el virus de la varicela. Y es que el estudio del británico se ha convertido en uno de los más prolíficos del mundo. 1992 fue un año muy significativo para Barcelona, y la torre de comunicaciones que levantó Foster en la montaña del Collserola, uno de los obsequios más espectaculares –y útiles– de ese momento mágico.

Herzog & De Meuron, Torre BBVA (2005) Premio Pritzker

Herzog & De Meuron, Torre BBVA (2005)

Herzog & De Meuron recibieron su Pritzker en 2001 y cuatro años después se metían de lleno en la construcción de la ciudad del banco BBVA en Madrid. Lo más llamativo del conjunto de edificios es el gran rascacielos ovalado con una fachada de cristales reflectantes, que adoptan una espectacular paleta de colores con las puestas de sol. 

Jorn Utzon, Casa en Mallorca (1972) Premio Pritzker

Jorn Utzon, Casa en Mallorca (1972)

En 2003, casi treinta años después de que finalizase sus obras más emblemáticas, la Ópera de Sidney y la iglesia de Bagsvaerd, Jørn Utzon por fin fue reconocido con el premio Pritzker. Durante ese intervalo tuvo tiempo de disfrutar de unas vacaciones en Mallorca, isla de la que se enamoró y en la que construyó para él y su familia una casa de verano con piedra caliza y pocos elementos.

Zaha Hadid, Puente de Zaragoza (2008) Premio Pritzker

Zaha Hadid, Puente de Zaragoza (2008)

Fue la primera mujer en recibir este prestigioso galardón (2004), y a pesar de su muerte temprana, la impronta que esta iraní ha dejado en el mundo de la arquitectura es muy grande. En España no construyó sus obras más significativas, pero las que levantó se han convertido en imprescindibles arquitectónicos en Durango (Vizcaya), con la estación de tren, Zorrotzaurre (Bilbao), con su plan de integración de la isla en el tejido urbano, y Zaragoza, con el puente-pabellón que diseñó para la Exposición de 2008.

Thom Mayne, Viviendas en Carabanchel (2006) Premio Pritzker

Thom Mayne, Viviendas en Carabanchel (2006)

La colaboración entre Thom Mayne (Pritzker 2005) y Begoña Díaz-Urgorri dio como fruto un conjunto de viviendas protegidas en Carabanchel. Esta alternativa a los bloques convencionales de hormigón viajó hasta China como un modelo de vivienda social laureado en todo el mundo.

Richard Rogers, Terminal 4 de Barajas (2005) Premio Pritzker

Richard Rogers, Terminal 4 de Barajas (2005)

¿Arquitecto o ingeniero? La línea que separa ambas disciplinas cada vez es más fina debido a que los edificios se vuelven inteligentes, así que cuando los Pritzker entregaron en 2007 el premio a Richard Rogers estaban reconociendo el doble esfuerzo de su estudio. En la T4 de Barajas consiguió que un espacio en apariencia tan aséptico como un aeropuerto se transformase en una experiencia más agradable gracias a la calidez que transmite el revestimiento de tiras de bambú del techo.

Jean Nouvel, MNCARS (2005) Premio Pritzker

Jean Nouvel, MNCARS (2005)

El gran contenedor de arte contemporáneo que es el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) en Madrid necesitaba una ampliación debido a la cantidad de gente que visitaba sus salas de exposición, de forma que se planteó abrir el acceso suroeste convocando un concurso público. El ganador fue Jean Nouvel (Pritzker 2008), legando simultáneamente dos edificios simbólicos en nuestro país, ya que el mismo año se concluyó la torre Agbar, que transformó el skyline de Barcelona.

Souto de Moura, complejo La Pallaresa (2011) Premio Pritzker

Souto de Moura, complejo La Pallaresa (2011)

En un espacio de transición entre el casco antiguo de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) se sitúa el complejo de edificios conocido como la Pallaresa, que en 2011 diseñó Iberian, un nuevo estudio de arquitectura formado por Terradas Arquitectos y el portugués Eduardo Souto de Moura, premio Pritzker ese mismo año. El conjunto de edificios cuenta con un hotel, un espacio de multicines y edificios destinados a equipamientos.

Toyo Ito, Conjunto de viviendas en Logroño (2012) Premio Pritzker

Toyo Ito, Conjunto de viviendas en Logroño (2012)

No todos los edificios consiguen agradar a la gente, y el conjunto de viviendas que el ganador del Pritzker en 2013 proyectó en las afueras de Logroño es uno de los casos. El color escogido no acabó de convencer a los vecinos, de forma que a pesar de tener la firma del arquitecto japonés la promotora no ha conseguido vender todos los pisos. Así que si sueñas con vivir en una casa firmada por un gran arquitecto, quizá esta es tu oportunidad.

Shigeru Ban, Pabellón de papel (2013) Premio Pritzker

Shigeru Ban, Pabellón de papel (2013)

Un año después de ganar su premio Pritzker, Shigeru Ban levantó para la IE University un pabellón de cartón que se ha convertido en uno de los grandes secretos de Madrid. Como era de esperar, Shigeru fue fiel a sus principios y empleó tubos de cartón para organizar vigas, contrafuertes y demás que quedaron a la vista de todos en el techo de este espacio. Añade este sitio a tu lista de imprescindibles cuando visites la capital.

RCR, Espacio público la Lira (2004) Premio Pritzker

RCR, Espacio público la Lira (2004)

Los ganadores del premio Pritzker en 2017 fueron los integrantes del estudio RCR, con sede en Olot (Girona). Su obra se ha desplegado mayoritariamente en el territorio catalán, con alguna incursión en Francia. En Ripoll, por ejemplo, el trío de arquitectos diseñó un espacio en acero cortén a modo de recuerdo de lo que había existido antes al cruzar el río Ter: el teatro la Lira.