Travertino en todo su esplendor: una casa en Bel Air que encanta por el uso de esta piedra como gran protagonista de sus interiores

Bel Air representa el epítome del lujo en Los Ángeles. Este exclusivo barrio residencial en las estribaciones verdes de la sierra de Santa Mónica, con sinuosas calles jalonadas por fastuosas mansiones, es uno de los lugares favoritos de celebrities y otros miembros de la élite del mundo del entretenimiento.

Es aquí donde se levanta la Stradella Ridge House, un proyecto en el que confluyen talentos de tres continentes: los sudafricanos SAOTA y el estadounidense David Maman, responsables de la arquitectura, y los belgas Dieter Vander Velpen Architects, autores del interiorismo.

Noticia relacionada

Decoración

Por qué tener un cabecero con mesita de noche integrada marca la diferencia en la decoración de un dormitorio (sobre todo en pisos pequeños)

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en Arquitectura y Diseño suscríbete a nuestra newsletter.

Un muro de piedra gris de Varennes acompaña el recorrido de la escalera que comunica todos los niveles, con un pasamanos tallado en la pared con luz LED integrada. Iluminándola, lámparas de suspensión de bronce y alabastro, de Randy Zieber.

Situada en un terreno empinado y triangular con impresionantes vistas que se extienden desde Century City hasta el océano Pacífico, la vivienda, de 1.263 m2 , presenta una forma angular amoldada a la parcela, y se distribuye en tres niveles, rematados arriba por una terraza practicable.

La planta superior, que acoge cuatro dormitorios, todos en suite, se cierra por el lado este, en el acceso desde la calle, con una pantalla de lamas verticales de aluminio blanco, un elemento que aporta privacidad sin restar luz ni vistas y que flota sobre una base monolítica de hormigón que conforma el nivel intermedio.

La cocina, realizada a medida por Dieter Vander Velpen, presenta una isla de travertino romano de formas redondeadas, armarios de roble y detalles en bronce, como la campana y la iluminación del techo. Taburetes Park Place, de Yabu Pushelberg, y electrodomésticos, de Míele.

Este zócalo masivo contiene los espacios de día, que, sin embargo, gracias a la inclinación del terreno, se abren por el lado sur al jardín. Finalizando el recorrido en sentido descendente, la planta semisótano contiene un segundo salón con bar, una sala de cine, un gimnasio, un spa, una bodega y un amplio garaje.

"Al entrar en el edificio el carácter arquitectónico cambia. Las líneas limpias y angulosas del exterior, dictadas por la topografía, dan paso a formas suavizadas, con profusión de superficies curvas, y la materialidad pasa del metal y el hormigón al omnipresente travertino, los panelados de roble y detalles en bronce", señalan desde SAOTA. 

Noticia relacionada

Decoración

Soy interiorista y estas son mis ideas para empezar a decorar una casa desde cero

El acceso peatonal a la izquierda y al garaje, a la derecha, con un ventanal encima al que se asoma un despacho.

Una decisión de diseño que Dieter Vander Velpen justifica del siguiente modo: "Quisimos crear una atmósfera muy cálida y natural, con todos los materiales, acabados y texturas trabajando juntos para generar armonía en toda la casa, desde la arquitectura hasta los detalles más pequeños".

El contraste entre la contención y opacidad de la entrada desde la calle y la liberación en el espacio de vida, con sus paredes de cristal de suelo a techo que refuerzan las vistas expansivas sobre la terraza de la piscina y por los flancos del cañón, es poderoso.

Imagen de la escalera, con peldaños de roble insertados en un pasamanos de cristal. 

De este modo, la arquitectura da forma a las perspectivas del entorno, proporcionando intimidad cuando es necesario, al tiempo que atrae la calma y la serenidad del paisaje al interior de la casa.