Las plantas, además de ser ideales para decorar nuestros hogares, también cuentan con unos cuidados y una serie de propiedades que debemos tener en cuenta si queremos tener a estos seres vivos en casa y que nos duren lo máximo posible. Tras hacer un recorrido por los cuidados del tomillo y el romero, entre otros, en esta ocasión no hemos podido evitar centrarnos en la salvia. Conocida científicamente como Salvia officinalis, es una planta perenne aromática que pertenece a la familia de las Lamiáceas. Es originaria de la región mediterránea y se ha utilizado durante siglos tanto con fines culinarios como medicinales. Esta planta es apreciada por su distintivo sabor y aroma, así como por sus propiedades medicinales.

 

¿Qué es?

La salvia es una planta de tamaño mediano que puede crecer hasta alcanzar entre 30 y 60 centímetros de altura. Sus hojas son de color verde grisáceo y tienen una forma ovalada con bordes dentados. Las flores de la salvia son de color violeta, rosa o blanco, y crecen en espigas verticales en la parte superior de los tallos. En la antigua Roma, la salvia era considerada una planta sagrada y se le atribuían propiedades curativas y protectoras. Era conocida como "la hierba de la inmortalidad" y se utilizaba en rituales y ceremonias. 

 

Las flores de la planta pueden ser de color violeta, rosa o blanco

Propiedades y beneficios

Una de los beneficios medicinales más destacadas de la salvia es su propiedad antioxidante. Los compuestos antioxidantes presentes en la planta pueden ayudar a proteger las células del cuerpo contra el estrés oxidativo, reduciendo el daño causado por los radicales libres y el envejecimiento celular. Además, la salvia ha sido tradicionalmente utilizada por su capacidad antiinflamatoria. Los compuestos presentes en la planta, como el ácido rosmarínico, pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.

Otro uso medicinal común de la salvia es para el alivio de problemas digestivos. Se ha utilizado tradicionalmente para tratar dolencias como la indigestión. También se ha utilizado para tratar problemas respiratorios. Sus propiedades expectorantes pueden ayudar a aliviar la congestión nasal, la tos y la bronquitis. 

La salvia en cocina

Esta planta es ampliamente conocida por sus usos culinarios y su capacidad para realzar el sabor de diversos platos. Sus hojas tienen un sabor distintivo y aromático que combina bien con una variedad de alimentos, lo que la convierte en un ingrediente popular en la cocina. Una de las formas más comunes de utilizar la salvia es añadiéndola a platos de carne. Sus hojas añaden un sabor terroso y ligeramente amargo que complementa especialmente bien las carnes grasas, como el cerdo o el cordero. 

 

Hojas de salvia

La salvia también es un ingrediente esencial en muchas recetas de aves, como el pollo o el pavo. Puede ser utilizada para sazonar el relleno o como condimento para la carne. Su sabor añade profundidad a los platos, creando combinaciones sabrosas.

Además, es un ingrediente versátil en salsas y sopas. Se puede agregar, por ejemplo, a salsas de tomate para darles un toque herbáceo y aromático. También se puede utilizar en la preparación de aceites y vinagres aromatizados. Las hojas frescas de salvia se pueden sumergir en aceite de oliva o vinagre para infusionarlos con su sabor y aroma distintivos. Estos aceites y vinagres se pueden utilizar para aliñar ensaladas, marinar ingredientes o rociar sobre platos para realzar su sabor.

¿Cómo cuidarla?

  1. Permite que la capa superior del suelo se seque entre riegos antes de volver a regar. Evita el exceso de riego, ya que el encharcamiento puede provocar que se pudran las raíces.
  2. Elige una ubicación con luz directa del sol por la mañana y sombra parcial en las horas de la tarde.
  3. Realiza podas regulares para mantener la planta de salvia compacta y estimular el crecimiento de nuevas ramas y hojas.
  4. Algunas variedades de salvia son resistentes al frío, pero en climas muy fríos, es posible que necesiten protección durante el invierno.
  5. Cada dos o tres años, puedes dividir la planta para evitar que se vuelva leñosa y estimular un crecimiento saludable.
  6. Inspecciona regularmente la planta y trata cualquier enfermedad o plaga de manera temprana.