Creado por la pedagoga, médica, psicóloga y psiquiatra italiana Maria Montessori, el método Montessori pone al niño en el centro de su vida. Él o ella son los protagonistas de su existencia; por ello merecen estar rodeados de un mobiliario a su medida. Con este método, Maria Montessori, que tuvo un hijo, buscaba que el niño se desarrollara de una forma armoniosa durante los primeros años de su vida.

Todo el mobiliario (mesas, sillas...) como los complementos (colgadores, espejos...) cuentan a la hora de crear una ambiente favorable para el pequeño. La cama, también. Para que el paso de la cuna a la cama sea lo menos traumático posible, el método Montessori recomienda optar por modelos bajos para que el/la niño/a pueda acceder de forma sencilla a ellas. Las camas Montessori, además, son refugios generosos en los que, aparte de dormir, apetece quedarse dibujando, jugando, leyendo... ¿Quieres saber más? Te presentamos las mejores camas Montessori de 2022.

¿Qué son las camas Montessori?

Básicamente, son camas que facilitan la autonomía de los niños, puesto que ellos mismos pueden acostarse y levantarse sin la ayuda de ningún adulto. Pueden presentarse en dos formatos: sin patas o con patas. Pero, en cualquier caso, el objetivo es que el pequeño pueda acceder fácilmente a ellas. Por eso, en los modelos con patas, estas son muy bajitas. Otra característica fundamental de las camas Montessori es que están realizadas en materiales naturales, generalmente madera. De esta forma, te aseguras de que tu hijo se rodea de un ambiente saludable, en un momento tan fundamental para él (y para ti) como el del descanso.

¿En qué se diferencia una cama Montessori de una cama normal?

Una cama normal está pensada exclusivamente para una función: la de dormir. Mientras que las camas Montessori son, por así decirlo, un estilo de vida. En ellas, la función no está tan definida. Aunque, obviamente, son para dormir, también sirven para relajarse, para mirar un cuento, para jugar o para descansar durante el día. El hecho de que incorporen una estructura de cabaña o de casa facilitan este lifestyle, a la vez que dan un toque muy personal a la habitación. No hay que esperar a ser adolescente para tener el cuarto de 'sus sueños'. Porque, aunque las decisiones las tomas tú, lo haces en función de sus necesidades.

La filosofía Montessori te permite diseñar un espacio a la medida de los más pequeños, basado en el orden y en la estética simple y real.

¿Qué tengo que tener en cuenta a la hora de comprar una cama Montessori?

Aunque no existe una respuesta correcta o incorrecta cuando se trata de decidir si una cama de estilo Montessori es la adecuada o no para tu hijo, hay un factor clave a la hora de decantarse por una: las dimensiones del cuarto del niño. Por su naturaleza, las camas Montessori acostumbran a ser grandes, por lo que necesitas un espacio diáfano. Y, sobre todo, alto, para que quepa el techo de la casita o de la cabaña y aún sobre espacio. Aún así, también hay camas Montessori pequeñas. Si tienes un dormitorio de pocos metros, puedes optar por un modelo más reducido y crear una zona con cojines al lado para dar a tu hijo/a más de un ambiente.

¿Son seguras las camas Montessori?

Las camas Montessori son seguras. Aún así, muchas de ellas incluyen una barra lateral para que el/la niño/a sienta que tiene un límite. Si tienes miedo a que se dé la vuelta y se caiga de la cama, lo más realista es decirte que es posible que eso ocurra. Pero como las camas Montessori están tan cerca del suelo, la probabilidad de que tu hijo se haga daño es menor de lo que crees. La otra idea que cabe recordar es que esto supone una experiencia de aprendizaje: se dará cuenta de lo que sucede si se acerca al borde de la cama y será mucho menos probable que vuelva a hacerlo.

La barra lateral actúa como sistema anticaída. Si está realizada en madera y no está pintada, te aseguras de que no tenga un olor artificial.

¿Las camas Montessori son más caras que las demás?

No necesariamente. Aunque, obviamente, puedes encontrar ejemplares más caros, Montessori no es sinónimo de elitista. Esta palabra dista mucho del objetivo de Maria Montessori cuando desarrolló su método. Su idea es que esta filosofía se popularizara. Además, por principios, este tipo de mobiliario acostumbra a estar realizado con materiales de primerísima calidad que garantizan su durabilidad, como por ejemplo, la madera maciza.

¿Todas las camas Montessori son iguales?

No. Las hay en forma de cabaña de indio y las hay más compactas y fáciles de montar. Aunque las más populares son las que tienen forma de casita o de cabaña, también encontrarás modelos más convencionales que te seducirán. Estas últimas son las que necesitarás en caso de que la habitación de tu pequeño sea de dimensiones reducidas. Si tienes dos hijos que se lleven pocos años, puedes optar por una litera; fomentará una buena relación entre los dos hermanos.

Las literas ahorran mucho espacio. Serán tus aliadas para ganar unos metros de más, además de que resultan my favorecedoras.

¿Qué colores le pegan a una cama Montessori?

Como las camas Montessori destacan por su simplicidad y ligereza, lo mejor es que optes por colores cálidos. No hay ningún color prohibido, pero sí es recomendable apostar por la versión más suave de cada uno de ellos: del verde, del azul, del rosa... Obtendrás un resultado muy armonioso. Y esto no solo afecta a la ropa de cama, sino también a las alfombras, a los cuadros... Estos tonos proporcionan una sensación de calma, y permiten que los objetos vivos como juguetes, fotografías y obras artísticas, atraigan la atención del bebé. La iluminación debe ser suave y cálida, con un brillo mínimo.

¿Cuáles son las mejores camas Montessori?

Hay muchas marcas que ofrecen calidad Montessori a un precio recomendable.

En Bonamint, ofrecen modelos con madera maciza, muy resistentes, fabricados en Galicia y disponibles en múltiples medidas de colchón.

En Decoiluzion describen sus camas Montessori como un reino donde los niños construyen torres de bloques de juguetes durante el día y donde duermen felizmente por la noche.

Como nos recuerdan en Sklum, las camas infantiles no tienen por qué ser aburridas; deben ayudarles a desarrollar su imaginación y su creatividad, a la vez que sirven como elemento decorativo de la habitación.

En Muebles Lufe, trabajan con madera 100% sostenible y local. Madera ecológica con certificado PEFC, es decir, cuando se tala un árbol, se planta otro.