A la hora de decorar, todos los detalles importan. Más aún, esos que parecen pasar desapercibidos pero que, una vez los ponemos, marcan significativamente el aspecto final de una reforma. Hablamos de los rodapiés. Aparentemente pasan desapercibidos y suele ser un elemento que pasamos por alto a la hora de hacer la lista de “pendientes” en una reforma. Sin embargo, su instalación es imprescindible si hablamos en términos de acabado y de funcionalidad.

Dejando a un lado el aspecto estético, los rodapiés ayudan a proteger la junta entre el suelo y la pared, preservando el estado de nuestras paredes, protegiendo la pintura, el papel pintado o su acabado. Además de servir para ocultar aspectos más técnicos de la vivienda, como puede ser el cableado.

Para no fallar en nuestra elección, hay algunos aspectos fundamentales que debemos tener en cuenta.

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dormitorio rural con chimenea antigua blanca, muebles de madera y cama con dosel
Paul Massey

1. En función del tamaño

El rodapié es un elemento funcional que pasa desapercibido y sobre el que apenas recae peso en el diseño. Basa su función en la discreción que plantea dentro del conjunto. Es por ello que, si nos decantamos por mantener esta línea, lo ideal es dar con alturas máximas de entre 5 y 10 centímetros de altura. Podemos jugar con el tamaño y arriesgar por los 20 centímetros en caso de que la estancia en cuestión tenga techos altos o una gran luminosidad, al quedar más en proporción con el resto del conjunto.

pasillo con accesorios en la pared
Westwing

2. En función del color de la pared

En estos casos, lo más común es mantener el mismo color que la pared, para así crear una línea visual. Para paredes claras, también podemos arriesgar con una tonalidad inferior a la de la pared, siempre teniendo en cuenta el tipo de suelo que tengamos en casa.

Para los más arriesgados, también pueden crearse contrastes entre la tarima y la pared introduciendo un rodapié de un color diferente. En caso de buscar un diseño neutro y moderno, recomendamos no arriesgar en exceso y recurrir a rodapiés blancos. Son un acierto, quedan elegantes y permiten generar ese contraste que buscamos a través del cambio.

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Davit Ruiz

3. En función del suelo

Gastamos muchas horas pensando en cuál será el mejor suelo y, aunque parezca mentira, una mala elección del rodapié puede devaluar la imagen de un parqué de buena calidad. Elegir el material es fundamental y, una estrategia para no fallar, es elegir el rodapié en la misma firma que el material del suelo. En la mayoría de los casos, sobre suelos de parqué el rodapié elegido es de MDF, cuya elaboración se lleva a cabo empleando fibras de madera aglutinadas con resinas sintéticas.

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Mireia Rodríguez ! Proyecto: estudio Adela Cabré & Son

4. En función del material

Los materiales más comunes para elegir un rodapié son aquellos que aportan resistencia y durabilidad. En especial, aquellos cuyo material sea resistente al agua, fabricado en materiales como el vinilo o el PVC. También podemos encontrar rodapiés fabricados en cerámica, para dar continuidad al diseño de aquellos suelos hidráulicos o con baldosa. Otros menos comunes son los rodapiés metálicos, que podemos ver en espacios con un estilo más moderno y en interiores más brutalistas.

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Mirta Rojo | Proyecto: Trenchs Studio

5. En función de la forma

Cuando el color del rodapié casa con el de la pared, podemos permitirnos una mayor flexibilidad a la hora de elegir la forma. Desde rudimentos más clásicos hasta molduras con dos canales. Eso sí, consejo de Arquitectura y Diseño, en caso de hacerlo, ten en cuenta también las molduras del techo. Intenta que el diseño entre ambas esté coordinado y no se pisen visualmente las unas con las otras. Al fin y al cabo, tan importante es como empieza la pared y cómo termina.

6. En función de la instalación

Rodapié PVC alto clásico con moldura lacado blanco antihumedad de Kreadecor

Kreadecor

6. En función de la instalación

La forma tradicional de montar un rodapié es mediante el sistema de pegado, empleando materiales como la silicona para mantener fijo el rodapié. Este es perfecto para espacios en los que no nos planteamos cambios y queremos que ese diseño se mantenga. Actualmente encontramos otros sistemas como, por ejemplo, el sistema de “click”, que permite una fácil instalación y un acabado prácticamente idéntico al anterior y con una ventaja: cambiar el diseño es mucho más sencillo.

La luz LED ilumina todo el recorrido y resalta el pavimento de resina.
Lorenzo Masotto

7.También pueden servir para iluminar espacios

Un aspecto que podemos añadir a los rodapiés es la iluminación. Puestos a ser elementos funcionales ¿por qué no sacarles el máximo partido? Con este recurso conseguimos aportar luz indirecta a las estancias, sumando ese toque de diseño que buscamos. Además, sirven para iluminar las diferentes áreas.