Discípulo de Gaudí y alumno de Lluís Domènech i Montaner, el arquitecto catalán Josep Puig i Calafalch dejó un valioso legado constructivo en Barcelona. En un paseo por la Ciudad Condal, es imposible no deleitarse ante la belleza de sus obras modernistas entre las que figuran la Casa Amatller, la Casa de les Punxes o la Fábrica Casa Ramona.

Este año, la casa que diseñó en estilo modernista para el Barón Manuel de Quadras en 1903 ha sido reconocida con el Premio Especial Fundación de Casas Históricas y Singulares de España.

La residencia fue concebida para ser el refugio de veraneo de una familia extensa y cuenta con una arquitectura única y detalles excepcionales como cuatro majestuosas torres que realzan su silueta, un patio modernista en el centro de la casa, que inunda de luz el corazón del edificio, sillas restauradas a mano y capiteles esculpidos de forma artesanal.

Exterior de la casa

La casa está rodeada por un extenso jardín con un paisajismo propio de la zona y destaca ya desde el exterior por su fachada cubierta de glicina y decorada con capiteles modernistas, gárgolas y dragones.

El interior del palacio

Con tres plantas y cuatro torres, la magnitud de Mas Quadras es evidente a simple vista. Cada rincón de esta residencia es una obra de arte que combina historia, arquitectura y diseño.

Ventanas con cristaleras

El interior de este edificio es de estilo modernista (muy ecléctico) y se aprecia también la influencia del estilo neogótico de la gran escalinata o de la puerta de entrada de hierro. También se observan detalles de estilo neoarabesco en el mosaico, las serigrafías o la madera policromada.

El salón alberga tesoros que narran la historia y el linaje de la familia Quadras y en esta estancia llama la atención una chimenea modernista adornada con particulares dragones. El despacho de la propiedad acoge también piezas únicas y valiosas que reflejan la historia de la familia del industrial Manuel Quadras i Feliu.

En el espacioso comedor destacan las vigas de madera policromadas, que hoy, más de cien años después, se conservan en perfecto estado. En la tribuna la vista se dirige a una lámpara modernista que pende de vigas pintadas.

Interior paredes de azulejos

También el comedor cuenta con una chimenea imponente de grandes dimensiones, donde incluso es posible adentrarse y sentarse en sus bancos. En un lateral, un mosaico de Sant Jordi adorna el espacio, símbolo histórico representativo.

La escalera interior es el elemento más espectacular con el trabajo realizado en piedra de la barandilla hasta la planta principal, en el suelo se puede apreciar el mosaico a base de pequeños azulejos en tonos grises y blancos de dibujo ondulante.

Sillas de madera policromadas

En el patio interior llaman la atención las lámparas metálicas que cuelgan de las esquinas. Son de estilo modernista y están decoradas con cristales de colores y símbolos religiosos de la época.

Tras la construcción de esta joya modernista, el Barón de Quadras quedó tan satisfecho con la obra que le encargó al arquitecto que construyera su casa de Barcelona. El edificio se restauró y reformó en 1980 para instalar el Museo de la Música. Entre 2003 y 2013 acogió la sede de la Casa Asia y actualmente es la sede del Instituto Ramón Llull, consorcio público de la Generalitat de Catalunya que se puede visitar con reserva previa.

 

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.arquitecturaydiseno.es, suscríbete a nuestra newsletter.