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Sede Olímpica. Río de Janeiro (2016)

Sede Olímpica. Río de Janeiro (2016)

El mega estudio de arquitectura e ingeniería internacional AECOM es el responsable del gran complejo de estadios donde se disputarán la mayoría de las pruebas de los Juegos de Brasil, envueltos en la polémica por el dispendio que está suponiendo en un país que no pasa por sus mejores momentos. Situado sobre una península, el parque olímpico está recorrido por una red de caminos serpenteantes, en homenaje al Paseo de Copacaba diseñado por Burle Marx. Un gran zona de césped frente al mar permitirá que hasta 12.000 espectadores vean en pantallas gigantes el desarrollo de las pruebas.

Museo del Mañana. Rio de Janeiro (2016)

Museo del Mañana. Rio de Janeiro (2016)

El Museu do Amanhã, abierto este año en Río de Janeiro (Brasil), está dedicado a desentrañar trascendentales preguntas como quiénes somos, de dónde venimos o hacia adónde vamos, todo en clave de sostenibilidad y de urgencia. El arquitecto es el español Santiago Calatrava, aunque no hace falta ni decirlo pues su estética es obvia. Las formas del edificio se inspiran esta vez en una bromelia, originaria de América del Sur y un ‘best-seller’ como planta de interior en todo el mundo. Su cobertura metálica, semejante a las branquias de un pez, es una de sus rasgos más destacados. Se compone de grandes estructuras de acero que incorporan placas fotovoltáicas, las cuales se mueven en busca de los rayos del sol. El museo se inserta dentro de un plan de regeneración del puerto, operación denominada Porto Maravilha, que ha desmantelado carreteras e incluye la construcción de centros comerciales, hoteles y viviendas.

Centro Acuático Londres (2012)

Centro Acuático Londres (2012)

La modernidad de las instalaciones deportivas no se queda sólo en el espectacular diseño de la malograda Zaha Hadid. Las piscinas tradicionalmente se han fabricado con hormigón y poca o ninguna atención se prestaba a que la estructura redujese las turbulencias que se producen al nadar. En esta, su profundidad es de tres metros, porque según expertos del MIT esa es la distancia perfecta para que las ondas generadas por los nadadores puedan disiparse antes de llegar al fondo y así se evita que reboten hacia arriba, produciendo más turbulencias. Además, los bordes disponen de una estructura semejante a un canal, que absorbe el oleaje e impide que vuelva hacia el centro. Las medidas del ancho de la piscina (25 metros) y de las calles (2,5 metros) son más anchas que en otras instalaciones, lo que impide que las olas se transmitan de una calle a otra. Y las separaciones entre calles son una sucesión de circunferencias capaces de girar sobre el cable en el que van montadas, de forma que absorben parte de la energía transmitida por las olas.

 

Velopark. Londres (2012)

Velopark. Londres (2012)

Dado su dominio en las pruebas de ciclismo en pista –a las que debe un buen número de medallas en cada cita olímpica–, la capital británica diseñó un velódromo a la altura de este éxito, con la firma del estudio Hopkins Architects. Su ondulado techo refleja la geometría del propio ciclismo. En 2011 –fue el primero de los estadios construidos en Londres– recibió un premio RIBA de arquitectura. 

Torre Orbit. Londres (2012)

Torre Orbit. Londres (2012)

El artista Anish Kapoor y el ingeniero Cecil Balmond fueron los artífices de una obra de la que se dijo que era como “la Torre Eiffel después de un ataque nuclear”. De 115 metros de altura –22 más que la Estatua de la Libertad, la mitad que la torre Eiffel–, se trata de una órbita que gira alrededor de sí misma a través de una celosía de 560 metros de acero y una escalera de 455 peldaños en forma de espiral. De los cerca de 30 millones de euros que costó su construcción, más de 20 los puso Lakshmi Mittal, presidente de la multinacional siderúrgica AcerlorMittal, proveedora del acero. Hoy incorpora como atracción un túnel-tobogán que desciende a su alrededor. 

Basketball Arena. Londres (2012)

Basketball Arena. Londres (2012)

El estadio destinado a las competiciones de baloncesto, voleibol y rugby en silla de ruedas pudo presumir de ser una gigante instalación efímera con capacidad para 12.000 espectadores. Con una estructura de acero de 30 metros de alto, más de dos tercios de los materiales fueron reciclados. La parte más significativa de su diseño fue su membrana de PVC, ligeramente traslúcida y con relieve debido a que ciertos elementos metálicos tiran de ella. 

Estadio Olímpico 'El nido'. Pekín (2008)

Estadio Olímpico 'El nido'. Pekín (2008)

El extraordinario estadio de Herzog y de Meuron surge del estudio de la cerámica hina y se levantó con vigas de acero con el fin de ocultar soportes para el techo retráctil, dando al estadio esta celosía la apariencia de un nido de pájaro. Esta estructura contiene otra dentro: el graderío de hormigón, que se ilumina de rojo por la noche con gran dramatismo. En invierno, su sistema energético de geotermia absorbe el calor para calentar el estadio, mientras que en verano se acumula frío para refrescarlo. Participó en el proyecto el artista Ai Weiwei para que su diseño hiciera referencia a la cultura china.    

 

Centro Acuático Nacional. Pekín (2008)

Centro Acuático Nacional. Pekín (2008)

Diseñado por PTW Architects, CSCEC International Design & Arup, su principal característica es que está construido con una estructura de acero rellenada por cojines de ETFE (un polímero plástico de gran resistencia), que le confiere una luminosidad espectacular. En su piscina Michael Phelps logró ocho medallas de oro. En la actualidad funciona como centro acuático.

Terminal 3 del aeropuerto. Pekín (2008)

Terminal 3 del aeropuerto. Pekín (2008)

Norman Foster hizo esta terminal a lo grande en previsión de la gran afluencia de público que traerían los Juegos Olímpicos y aún más de cara al futuro: sus 292 mostradores de facturación tienen capacidad para atender a los 43 millones de pasajeros que se esperan en 2020. A la espera que llega esa cifra, uno se mueve con mucha libertad. Se trata de una progresión a lo grande de lo que fue el primer aeropuerto moderno, el de Stansted, en Londres, que también lo diseñó el arquitecto británico. Lo que antes eran oscuras “cajas de zapatos” se convirtieron en espacios diáfanos sin barreras, inundados de luz.

Centro Olímpico. Atenas (2004)

Centro Olímpico. Atenas (2004)

Los JJOO de la capital griega pasaran a la historia por la mala planificación en la construcción del Complejo Olímpico, obra de Santiago Calatrava. La mayoría de sus instalaciones están abandonadas a su suerte y se sigue sin saber el coste exacto de aquellos fastos. Sus obras más destacadas fueron el estadio olímpico, con dos arcos sobre el cielo del edificio que costaron 130 millones de euros, y el Ágora, una avenida curva a la sombra de una gran pérgola metálica. En el primero –rebautizado como Spiros Louis, en honor del vencedor de la prueba de maratón de 1896–, juega hoy el AEK Atenas, recién vuelto a la Primera División griega tras descender a Tercera por problemas finacieros. A la piscina olímpica, el velódromo y las canchas de tenis apenas se les da uso. El estadio de bádmintón, fuera del recinto, se reconvirtió en teatro. A la finalización de los Juegos, Grecia entró en una espiral de deudas que dura hasta hoy.  

 

 

 

 

 

Villa Olímpica. Sydney (2000)

Villa Olímpica. Sydney (2000)

Levantada para albergar a más de 15.000 atletas, su gran éxito es que en tiempo récord se recicló como barrio vecinal. A sus 900 viviendas unifamiliares y 700 apartamentos se han ido sumando otros manteniendo la planificación original, en la que la sostenibilidad de los recursos fue la gran bandera del proyecto. Toda una novedad entonces.