15 casas prefabricadas que transforman el estilo de vivienda tradicional: proyectos destacados por su diseño innovador

Esta vivienda prefabricada de la firma tini® tiene el tamaño perfecto para un un matrimonio y su hijo. Ubicada en una zona de campo de La Rioja cuenta con un total de 60 metros cuadrados, un porche que lo vertebra todo y tan solo necesitó 60 días para ser construida al completo.

La firma holandesa Wikkelhouse diseña casas prefabricadas modulares con cartón procedente del reciclaje de cajas de verduras. Su duración mínima es de 50 años y su precio, a partir de 40.000 euros. La ligereza de esta vivienda permite su instalación en el terreno en apenas 24 horas sin cimentación.

El estudio valenciano prosigue su colaboración con la firma de arquitectura modular NIU Houses con la N290, una vivienda industrializada que se organiza en torno a un patio central. La fachada de la vivienda es de aluminio, un material que confiere resistencia, durabilidad, facilidad de reparación y escaso mantenimiento. Además, funciona mediante una cámara ventilada que permite que haya ventilación natural entre el aislante y el revestimiento, consiguiendo un mayor ahorro energético.

En esta vivienda cerca de Madrid, Ignacio de la Vega y Pilar Cano-Lasso, al frente del estudio delaVegaCanolasso, han optado por un sistema mixto que combina los módulos tini® totalmente fabricados en taller con muros de ladrillo manual encalados. Un contraste de lo actual y lo atemporal que da una arquitectura rica y que mejora con el paso del tiempo.

En un singular paisaje de dunas de la isla de Terschelling (al norte de Holanda) se alza esta casa prefabricada de hormigón y madera, una construcción que desde la distancia parece una sencilla construcción de una sola planta con un tejado asimétrico, que recuerda a las casas de vacaciones existentes en los alrededores. Sin embargo, de cerca se revela un nivel inferior oculto en el entorno pues, aprovechando la topografía del terreno, los arquitectos construyeron una amplia planta baja de hormigón. 

Ubicada en una extensa parcela agraria del municipio de Sa Pobla, una de las zonas rurales de Mallorca, esta vivienda fusiona a la perfección la arquitectura más puntera con el respeto por el espacio en el que se encuentra. Se tarta de una casa prefabricada de hormigón sostenible con guiños a la tradición de su ubicación a través de una celosía de cerámica en color crudo.

Este proyecto es la unión del lujo asociado a un destino de vacaciones como la Costa Brava con la sostenibilidad y la eficiencia energética de una casa Passivhaus. El gran aislamiento térmico, envolvente estanca al exterior, control de puentes térmicos, uso de carpinterías de altas prestaciones e instalación de ventilación mecánica controlada con recuperador de calor ha conseguido que las necesidades de calefacción o refrigeración del aire interior se reduzcan un 80% respecto a una vivienda de construcción tradicional.

Esta moderna vivienda unifamiliar de una sola planta es un equilibrio perfecto entre la apertura y la intimidad, al configurar una instalación en forma de cerramiento del que emerge un patio interior protegido de forma natural, que sustituye al jardín familiar suburbano tradicional. En el interior, la calidez se ha conseguido con una acertada combinación de luz natural, color blanco y madera.

Esta casa prefabricada y sostenible ha sido diseñada siguiendo los principios de la economía circular. También tiene la capacidad de mimetizar y camuflar la fachada con la naturaleza, para reducir así su impacto visual y ambiental. La vivienda produce 0% emisiones de C02 gracias a la vegetación que la envuelve y las placas fotovoltaicas que producen energía eléctrica.

Con la ilusión de construirse una casa para su jubilación, el propietario de esta casa prefabricada en Taiwán acudió a UZ Architecture, un estudio de un arquitecto español asentado en el país. La parcela en la que se ubica esta pequeña vivienda se sitúa en lo alto de una montaña entre dos valles, terreno que supuso grandes retos técnicos. Para integrar la vivienda en el entorno, todo el volumen dispone de una cubierta a dos aguas sin canalón que es de gran ayuda durante los tifones y confiere al volumen un aspecto mucho más sólido. 

Esta casita prefabricada en medio de un denso bosque, en pleno Vale do Curucaca, al sur de Brasil, es una exploración proyectual, tecnológica y experiencial. Una relectura contemporánea de los clásicos refugios de montaña, que conecta lo natural, el tiempo y el paisaje.

La fachada de cristal con efecto espejo de esta cabaña refleja el entorno natural del paisaje boscoso de Québec, Canadá. El aplacado de madera oscura que recubre las otras tres fachadas de cada cabina refuerza la sensación de inmersión entre los árboles, el color de madera oscura del exterior se prolonga en el interior a lo largo de toda la zona de día, generando la cocina y espacio de almacenamiento.

Esta casa está formada por tres plantas, pero únicamente la planta baja ocupa la totalidad de la huella de la edificación. Las dos plantas superiores se han recortado para crear un triple espacio escalonado, permitiendo la ventilación y las visuales cruzadas desde la planta baja hasta la cubierta inclinada de la vivienda. La distribución interior se ha ideado de modo que los espacios van tomando un carácter más privativo a medida que vamos subiendo de planta.

Esta vivienda unifamiliar ofrece la posibilidad de ser apilada para conformar edificios de viviendas de varias plantas en entornos urbanos. Además, todo el interior, incluyendo el mobiliario, ha sido diseñado para reconfigurarse según su uso, abriendo un amplio espectro de posibilidades en un espacio compacto. Una idea inspirada en el washitsu, la habitación central de las viviendas japonesas tradicionales que no tiene una función específica, sino que es adaptable para satisfacer las necesidades cambiantes de sus usuarios a lo largo del día.

Samuel Gonçalves firma un proyecto mixto residencial y comercial en la población de Vale da Cambra, Portugal. Condicionado por un presupuesto ajustado, una ejecución rápida y la posibilidad de modificar el proyecto con el tiempo, el autor creó un conjunto con aspecto de obra inacabada, susceptible de evolucionar. El proyecto está compuesto por seis módulos que comprenden viviendas y espacios comerciales, con una superficie total de más de 3.200 metros cuadrados.