Tras años de constante crecimiento, la firma especializada en el cuidado de la piel Natura Bissé necesitaba una nueva sede no solo en consonancia con su proyección internacional, sino también como manifiesto de su carácter y sus valores como marca: creatividad, innovación, trabajo colaborativo y conexión con las personas. El estudio liderado por Juan Trias de Bes ha respondido al reto con un edificio ubicado en Cerdanyola, a escasos kilómetros de Barcelona, que quintuplica el espacio de la sede anterior, pasando de 3.000 a cerca de 15.000 metros cuadrados, y un diseño elegante que se integra armoniosamente en el entorno y propicia el bienestar y la relación interpersonal de sus usuarios.

El edificio tiene una superficie cercana a los 15.000 metros cuadrados, de los que algo más de 4.000 se han construido en el subsuelo.

Es precisamente la compatibilidad de la actividad industrial de la nueva sede corporativa con el confort de las personas que en ella trabajan lo que ha hecho que sus propietarios la bauticen como "casa-fábrica". Un concepto apoyado en la importancia de la iluminación natural, los filtros de luz cenital y en fachada a través de la característica piel de celosía metálica tipo deployé, la relación visual con el paisaje exterior a través de amplias terrazas, la presencia de vegetación en los espacios interiores y la ventilación cruzada.

Una escultural escalera sinuosa comunica los diversos niveles en el espacio perimetral del edificio.

Trias de Bes ha creado lo que en la presentación del edificio definió como un "todo en uno" que agrupa las actividades de producción industrial de productos cosméticos, laboratorios, logística, zonas de eventos y oficinas. El núcleo técnico de la instalación, donde se elaboran los productos, se ha diseñado en base a los estándares de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA), el organismo más exigente a nivel mundial en cuanto a niveles de calidad y seguridad.

Las amplias terrazas propician una relación fluida con el exterior y un espacio de socialización para los usuarios del edificio.

Las actividades se agrupan por niveles de forma escalonada, adaptándose al desnivel del terreno, procurando un perfil contrapuesto con el paisaje y una identidad en correspondencia con la imagen corporativa.

La iluminación natural a través de lucernarios y amplios frentes acristalados es una de las características más destacadas del diseño arquitectónico.

En opinión del arquitecto, la Casa-Fábrica Natura Bissé responde así a una nueva generación de equipamiento productivo en el que el programa de espacios destinados a oficinas, innovación y laboratorios abarca mayor superficie que la propia producción industrial.

Para los responsables de la marca, su nueva sede central simboliza el inicio de una nueva etapa y su ambición de convertirse en un referente mundial de innovación en el sector de la belleza y el bienestar.

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