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 Proyecto del estudio A-cero bodega
Eugeni Pons

Mantener una temperatura fija en un ambiente aislado es básico. Proyecto del estudio A-cero

bodega

Los buenos caldos agradecen un ambiente equilibrado, con su dosis justa de temperatura y humedad constantes, libre de ruidos, humos y vibraciones

bodega proyecto de KBC Development

Si instalas la bodega en la cocina –como en este proyecto de KBC Development– procura alejarla o aislarla eficazmente de fuentes de calor o frío que puedan alterar el vino

bodega casa de Ignacio Vicens y José Antonio Ramos
Eugeni Pons

En esta casa de Ignacio Vicens y José Antonio Ramos, la bodega se ha concebido como un espacio de impacto escenográfico, encerrada en una caja de cristal por sus cuatro costados

Proyecto de Canny Architecture bodega

Evita la luz directa. Es mejor una iluminación tenue, tirando a oscura, porque el exceso de luz puede dar lugar a la oxidación y alterar el olor y el sabor. Proyecto de Canny Architecture

Bodega en la Casa Ipês, de Studio MK27 Marcio Kogan + Lair Reis

Una mala ventilación puede crear mohos en el tapón que lleguen a tocar el vino y perjudicar su aspecto. Bodega en la Casa Ipês, de Studio MK27 Marcio Kogan + Lair Reis

Stact diseña armarios y estantes botelleros murales bodega

La firma Stact diseña armarios y estantes botelleros murales que pueden componerse a medida a partir de módulos estándar e instalarse fácilmente. El panel mural es de madera, y los soportes, de aluminio

Teresa Sapey bodega madrid

En la reforma de este loft en Madrid, la interiorista Teresa Sapey hace aparecer la bodega de vino entre cavidades redondas de diferentes tamaños, hechas de metal revestido sobre una de las paredes

bodega de Maxwell MacKenzie

Cuando el tapón sea de corcho, hay que dejar la botella en posición horizontal para que aquél permanezca húmedo y no se reseque. Proyecto de Maxwell MacKenzie

bodega de Lagomorph Design

El ruido también es un factor distorsionante. Las botellas de vino son de cristal, y por lo tanto frágiles: los ruidos pueden alterarlas. Diseño de Lagomorph Design

El boom que vive todo lo relacionado con la cultura del vino, con las bodegas de diseño, el turismo enológico y los clubes de degustación y maridaje, tiene también su reflejo a pequeña escala en nuestras casas. Disponer de una bodega particular ha dejado de ser un placer al alcance de pocos gracias a las modernas vinotecas, electrodomésticos que mantienen nuestros vinos en perfectas condiciones para saborearlos en todo su esplendor.

Para los que tienen algo más de espacio y de paso quieren dar mayor protagonismo estético a su colección de caldos, integrándola en la decoración del espacio, existe la posibilidad de crear una bodega a medida. La libertad compositiva es total siempre que se respeten una serie de requisitos. Los más importantes son la temperatura y la luz. Es fundamental que los vinos se mantengan en una atmósfera oscura, fresca y bien ventilada, entre los 10 y los 18 grados centígrados, con una humedad relativa del 70%, sin cambios bruscos de temperatura y a salvo de la luz directa; si no es así el vino se oxida y su buqué se deteriora. También hay que evitar las vibraciones continuadas, que pueden causar la llamada "fatiga del vino", impidiendo que envejezca adecuadamente.

Todas esas condiciones pueden conseguirse de modo casi natural en un sótano ventilado; el resto de estancias de nuestras casas actuales no está preparado para acoger una bodega con esos requisitos porque la temperatura suele ser más elevada (entre 21 y 24 grados según la época del año). Por eso, si buscamos un efecto decorativo ubicando la bodega en un lugar más visible de la casa, lo más probable es que debamos recurrir a la moderna tecnología de climatización para crear las condiciones de conservación idóneas. Eso sí, los garajes quedan prácticamente descartados por ser una fuente ocasional de ruidos y malos olores.

El posicionamiento de la botella es igualmente importante para que el vino mantenga sus propiedades. El corcho ha de permanecer húmedo ya que si se seca, se retrae y deja pasar el aire, provocando la oxidación del caldo. De ahí que la posición óptima de las botellas es la horizontal con una ligera inclinación hacia atrás (un 5%), para que los sedimentos se depositen en el fondo de la botella.