En el implacable campo de batalla en que se ha convertido la moda masiva, acaba de llegar a España un formidable contrincante que promete plantar cara a gigantes como Zara y H&M. Con una facturación de 16.294 millones de euros en 2016, Uniqlo le pisa los talones a ambos en su lucha por convertirse en el número uno mundial.

La marca japonesa ha querido celebrar la apertura de su primera tienda en España –cómo no, en el Paseo de Gracia de Barcelona, el lugar donde dirimen su rivalidad y exhiben músculo las grandes firmas de la moda y el lujo en la Ciudad Condal– buscando la complicidad con ocho "embajadores" locales que representan los diferentes territorios creativos de la ciudad, desde el diseño hasta la gastronomía, pasando por la música, las artes escénicas y el deporte

El arquitecto y diseñador Óscar Tusquets es una de las personalidades vinculadas a Barcelona elegidas, junto con el ex futbolista Carles Puyol, los actores Àlex Monner, Greta Fernández y Laura Put, la ilustradora Amaia Arrazola, la ex modelo Verónica Blume y el presentador Johann Wald. Con ellos Uniqlo explora los esenciales de la ciudad a través de su visión del LifeWear: prendas creadas y perfeccionadas para hacer la vida diaria mejor y más cómoda.

Con su concepto LifeWear, Uniqlo defiende una moda pensada para hacer la vida diaria mejor y más cómoda. En la imagen, look de la campaña Primavera/Verano 2017

La campaña "Esenciales para la Vida" presenta por medio de fotografías y una película un recorrido visual por algunas de las localizaciones más icónicas y cotidianas del corazón de Barcelona, que el espectador reconoce como parte esencial de la ciudad. Las principales líneas de producto de Uniqlo –ULD, Extra Fine Merino, Jeans, Sport, Supima y Flannel– se convierten a través de estas imágenes en las perfectas compañeras de este viaje por la Barcelona más emblemática.

La nueva tienda de Uniqlo en Barcelona respeta los elementos arquitectónicos originales del edificio, de comienzos del siglo XX

La nueva tienda de Uniqlo está situada en el estratégico cruce del Paseo de Gracia con la Gran Vía. El espacio respeta la arquitectura original del edificio, típico del Ensanche de comienzos del siglo XX, y se reparte por más de 1.700 metros cuadrados en cuatro plantas.