Así es este convento capuchino de 800 años reconvertido en hotel de lujo

¿Cómo sería vivir en un convento capuchino hace 800 años? Aunque extraña, esta fue la cuestión que tuvieron que afrontar el grupo hotelero internacional Anantara Hotels & Resorts y el estudio españolTBC Interiorismo para dar vida a lo que hoy configura Anantara Convento Di Amalfi Grand Hotel. Una dualidad cuyo proyecto respondía a un mismo fin: "renovarlo y convertirlo en un hotel de auténtico lujo para celebrar su belleza y preservar el elemento monástico del edificio", explica Camila Coburn, directora de Relaciones Públicas del grupo hotelero en Europa.

Sobre un acantilado a 80 metros, guardado por muros que encierran más de 800 años de historia, abrazado por el encanto de la costa de Amalfi y acogiendo uno de los rincones más espirituales de la costa italiana se alza el hotel Anantara Convento di Amalfi Grand Hotel. 

Un gran proyecto de luces y sombras a manos del estudio español TCB Interiorismo, capitaneado por su CEO y fundadora, Mercedes Isasa. "El principal reto al que nos hemos enfrentado ha sido desarrollar un proyecto de interiorismo respetuoso con la conservación de un edificio del siglo XIII, y que al mismo tiempo fuera capaz de dialogar con la atmósfera de sofisticación y elegancia que caracteriza a los hoteles Anantara".

Preservando al máximo el aura espiritual del edificio original, el interior del hotel transporta a los huéspedes a lo que antaño fuese un convento de los monjes capuchinos. 

Su arquitectura conserva al máximo el carácter original del edificio y conserva cuidadosamente elementos históricos como claustros ornamentados y una iglesia barroca con altar de mármol y suelo de mayólica. "El proyecto contemplaba una renovación total del mobiliario. Para su diseño hemos huido de la obviedad de un hotel vacacional, potenciando la identidad del edificio para que la estancia fuera una auténtica experiencia Anantara", subraya Mercedes Isasa.

El interior se caracteriza por detalles en materiales nobles, como la piedra y los detalles en madera. "El proceso de selección del mobiliario tuvo como premisa una selección que se caracterizara por su personalidad contemporánea y austera, con detalles muy cuidados, realizados en materiales nobles pero austeros; materiales naturales como maderas, cuero, hierro forjado, fibras naturales, iluminaciones sugerentes…". La obra de restauración de Anantara Convento Di Amalfi Grand Hotel se realizó en consonancia con el entorno, seleccionando materiales nobles como la madera, telas naturales, hierro forjado y obras de arte locales, que se mezclan con el espacio.

Los espacios exteriores y sus hileras de jardines donde pasear se vuelven una experiencia cromada por la panorámica mediterránea de su ubicación. Precisamente en los aledaños del edificio, Mercedes Isasa destaca uno de esos rincones que encapsulan todo el encanto del complejo: su restaurante. "El restaurante, además de contar con unas vistas impresionantes, transcurre bajo un techo de bóvedas de crucería de gran valor visual y constructivo", afirma la interiorista.

"Fue muy estimulante para nuestro equipo el ejercicio de contención en la praxis del interiorismo, al querer poner en valor la sustancia arquitectónica". Sus detalles preservan el carácter del convento e incorporan la luz para crear texturas y contrastes. "Para ello hemos aplicado a los paramentos un revestimiento con textura arcillosa en tono natural, y una iluminación sugerente, potenciando la atmósfera de serenidad inherente al edificio. Además, con el uso de celosías metálicas portátiles creamos espacios más ajustados a la escala humana y confieren intimidad al usuario".