La juventud es sinónimo de frescura y en el mundo del diseño, en el que a veces parece que está todo visto, son particularmente necesarios sus nuevos bríos. En la línea de introducir golpes de humor característica de Oki Sato (Nendo), el belga Quentin de Coster, con fecha de nacimiento en 1990, ha creado el candelabro Nose, reducido a la mínima expresión. Hay que mirarlo de cerca; entonces se podrá ver con claridad que se trata de una cara abstracta de la que sale una nariz que sirve para pinchar la vela y sujetarla sobre la base, dos piezas de acero cortadas con láser y soldadas. El prototipo espera empresa que lo edite.

El candelabro Nose en sus tres colores
También tiene dos tamaños distintos
Diseño a la mínima expresión