Sin las vacaciones ni el verano a la vista, nos encontramos envueltos en la rutina del día a día. Uniformes, mochilas, libros y material escolar con olor a nuevo copan nuestra atención. Y a sabiendas de la importancia del orden y la limpieza en casa, se hace necesario organizarse para que los días no resulten caóticos. 

Pero con un sistema organizativo eficiente, logramos equilibrar la diversión con la responsabilidad, creando así un ambiente armonioso que facilita tanto el aprendizaje como la convivencia familiar.

Lo primero imprescindible será contar con un centro de organización. Efectivamente, si gestionamos la casa como una pequeña empresa tendremos todos los detalles controlados, evitando el olvido, el estrés y las prisas de última hora. La mejor forma de hacerlo es elegir un lugar estratégico en la cocina o el recibidor en el que haya un calendario donde queden anotados todos los hitos importantes de la familia: horarios de las clases, reuniones con los profesores, horarios de actividades extraescolares o citas médicas, entre otros. Una pizarra también es un buen accesorio para apuntar rápidamente notas que no puedan olvidarse.

 

Dormitorio infantil

Mueble para almacenaje de Oliver Furniture.

Oliver Furniture

Los armarios son otro de los puntos que que merece la pena actualizar. Es necesario organizar el armario para facilitar la tarea diaria de niños y mayores y tener así más fácil acceso a la ropa de diario, en vez de obligarnos a bucear por su interior cada vez que se necesite algo. Además, con armarios eficientemente organizados, no solo optimizamos el espacio, sino que fomentamos la autonomía y el sentido de responsabilidad en los niños.

De igual manera, y para que vayan asumiendo responsabilidades, todas las noches deberán preparar su ropa. Porque inculcar la responsabilidad desde temprana edad implica no solo ordenar el espacio físico, sino también fomentar la autonomía en las tareas diarias.

Establecer juntos un lugar donde puedan hacerlo de manera fácil es un buen comienzo. Una mesa, una silla o una estantería son algunos de los sitios idóneos. Asimismo, las mochilas también contarán con un lugar fijo donde poder revisarla todas las noches a fin de comprobar que lo llevan todo. Su habitación o el recibidor para mayor seguridad, son los sitios estrella para este cometido.  Al asignar un lugar específico, ya sea en su habitación o en el recibidor, para realizar estas actividades, creamos hábitos que perduran en el tiempo y contribuyen al desarrollo de habilidades organizativas esenciales para su crecimiento.

Otra de las zonas importantes es la habitación infantil. Por un lado, es importante tener el espacio para guardar algunos de los juguetes que no se utilizan tan a menudo y ocupan un espacio muy valioso. Por otro, toca adaptarla al curso. Si todavía son pequeños y apenas tienen deberes, una mesa y una silla que sean cómodos y de su tamaño les servirá para dibujar, colorear y hacer sus primeras sumas. 

Dormitorio infantil

Dormitorio infantil con un gran armario y una alfombra con detalles bordados.

Lorena Canals

A medida que crecen, se puede incorporar un área de almacenamiento accesible para que aprendan a organizar sus juguetes y a asumir la responsabilidad de mantener su propio espacio en orden y dividir qué espacio es para jugar y qué espacio es para las responsabilidades. 

En caso de niños que ya cursen el segundo ciclo de Primaria o cursos superiores, es importante que cuenten con una zona de estudio adecuada en su habitación. Debe estar aislada de ruidos y tener buena luz natural. Como mobiliario, una mesa amplia, una silla cómoda, una lámpara de apoyo y estanterías y cajones donde puedan guardar todo su material.

 

Dormitorio infantil

Escritorio de Oliver Furniture.

Oliver Furniture

Adaptar el hogar a las necesidades de organización de los niños a través de trucos prácticos es fundamental tanto para los niños como para todos los adultos de la casa. 

 

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