La cocina, además de ser el corazón del hogar, ha experimentado una evolución significativa en términos de diseño y decoración a lo largo de los años: desde ser un espacio puramente funcional y apartado del resto de la casa hasta convertirse en un ambiente integrado y estilizado. La cocina ha recorrido un fascinante camino de transformación.

En las últimas décadas, la funcionalidad y la eficiencia han sido factores clave en el su diseño. Más ocupados que nunca, estos espacios han sido rediseñados para ser más prácticos y organizados. Sin embargo, esto no ha significado una renuncia al estilo y a la estética. Algunas de las tendencias que han ido surgiendo con el paso de los años han sido pasajeras y han ido perdiendo su encanto poco a poco.

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Cocina con azulejos azules y amarillos de una Casa en Mallorca del estudio de arquitectura OHLAB

1. Azulejos excesivamente llamativos

Si bien los azulejos con diseños intrincados pueden ser visualmente potentes, utilizarlos en exceso puede crear una sensación abrumadora y recargada en la cocina. Optar por azulejos más simples y neutros brinda una apariencia más elegante y fácil de combinar con el resto de la decoración. Además, el uso excesivo de patrones puede hacer que la cocina parezca  desactualizada con el paso del tiempo ya que las modas son efímeras. 

cocina verde
Héctor Santos Díez

2. Armarios en diferentes colores

Optar por un solo color o tono para los armarios proporciona una estética más limpia y elegante, permitiendo que los detalles y los elementos decorativos destaquen sin competir visualmente entre sí. Al mantener una paleta de colores uniforme para los armarios, se logra una sensación de continuidad y equilibrio en la cocina. Esto ayuda a que el espacio se sienta más amplio y cohesionado, lo que es especialmente importante en el caso de las cocinas pequeñas.

Cocina blanca y despejada
D.R.

3. Electrodomésticos en la encimera

Mantener las encimeras despejadas en la cocina brinda una sensación de amplitud y orden, al tener un espacio libre de distracciones visuales. Una encimera despejada también permite exhibir elementos decorativos que aporten un toque personalizado y estilizado. Además, desde el punto de vista de la limpieza y el mantenimiento, una encimera despejada reduce la acumulación de polvo y suciedad, facilitando la tarea de limpiar diariamente. Al evitar el desorden en la superficie de trabajo, se minimiza la posibilidad de bacterias y gérmenes que podrían proliferar en los rincones ocultos.

Amplitud visual distribución cocina blanca

4. Todo en blanco

Aunque el blanco se sigue considerando el rey en decoración al ser capaz de crear una apariencia luminosa y amplia, utilizarlo en exceso y como única opción da como resultado una cocina monótona y carente de carácter. Es crucial añadir elementos de contraste y textura para evitar que el ambiente se sienta demasiado estéril y sin vida. Al evitar la estética "todo en blanco" es posible incorporar colores complementarios que realcen la estética general.

Vista de la cocina
Gieves Anderson

5. Espacios sin límites

Si bien la tendencia de cocinas integradas en el comedor sigue siendo popular gracias a la sensación de amplitud y conexión social, puede tener algunas desventajas, como por ejemplo, el hecho de que el olor y el ruido pueden dispersarse fácilmente por toda la casa, especialmente durante la preparación de comidas. Optar por una separación más definida, aunque no del todo cerrada, puede ofrecer ventajas como la posibilidad de mantener una estética más coherente y personalizada en cada uno de los espacios.