Construida en lucha abierta contra la línea recta, Casapueblo es una imponente edificación anclada en la costa del Océano Atlántico, en Punta del Este. Su creador, el artista montevideano Carlos Páez Vilaró, la definió como una “escultura habitable”.

La casa se hizo en etapas y sin planos, emulando el nido del hornero, un pájaro habitual en el campo uruguayo. Sus once plantas irregulares se acomodan sobre un acantilado rocoso. Aunque recuerda el estilo arquitectónico de las islas griegas, la edificación está inspirada en las técnicas tradicionales constructivas de África, continente que su propietario conoció en numerosos viajes.

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La construcción descansa sobre un acantilado de la costa atlántica, en Uruguay

La construcción descansa sobre un acantilado de la costa atlántica, en Uruguay

Cortesía de Club Hotel Casapueblo

Pura intuición

Paez Vilaró adquirió la parcela a fines de los años 50 con la idea de hacer un pueblito de casas blancas. Primero instaló allí “La Pionera”, su atelier y residencia de veraneo hecha en madera. Pero el viento incontrolable de las sudestadas le obligaba a reconstruirla todos los veranos, así que la recubrió con cemento encalado, y moldeó con sus manos las paredes y muros. Sin más guía que la intuición, cúpulas, pasadizos, túneles y terrazas de un blanco inmaculado, fueron cobrando vida contra el azul del cielo y el mar.

Caminos, arcadas y objetos incrustados en los muros evidencias el concepto de arquitectura modelada.

Caminos, arcadas y objetos incrustados en los muros evidencias el concepto de arquitectura modelada.

Cortesía de Museo taller Casapueblo

En armonía con el paisaje

Para delinear los espacios, tomó como referencia la forma del terreno, y preservó la estética del lugar integrando la casa al paisaje. Utilizó marcos y rejas hallados en subastas y barracas de demolición, y se valió del trueque de su obra para conseguir los materiales. Creó espacios para las golondrinas, e integró a la arquitectura piezas de madera, caña empotrada, bronce, cerámicas y vidrios de colores

Las esculturas del Carlos Páez Vilaró habitan la casa.

Las esculturas del Carlos Páez Vilaró habitan la casa.

Cortesía de Museo Taller Casapueblo

Taller, casa y hotel

Con el tiempo, Casapueblo siguió creciendo orgánicamente, moldeada por el paisaje y con la ayuda de amigos, pescadores y albañiles vecinos. Las habitaciones, cocinas y baños se añadían como vagones a una locomotora. Muchas las construía para alojar visitas que venían de lejos a pasar una temporada. Actualmente la construcción se divide en fracciones: el Museo Taller, la residencia particular y un hotel edificado en la última etapa.

Formas orgánicas y ni una sola línea recta.

Formas orgánicas y ni una sola línea recta.

Cortesía de Museo Taller Casapueblo

Plazas y calles interiores

Varios de los espacios de la casa llevan nombre de artistas, escritores y amigos, como la Terraza de Mario Benedetti, la John Lennon Square, o la Sala Pablo Picasso, artista que admiraba y con el que se encontró en París. Pero una de las salas más especiales, está dedicada a uno de sus hijos, Carlos Miguel, el superviviente más joven del avión siniestrado en los Andes en 1972.

El taller de Páez Vilaró ocupa la cúpula central de la casa.

El taller de Páez Vilaró ocupa la cúpula central de la casa.

Museo Taller Casapueblo

Homenaje a su hijo superviviente

También conocido como Carlitos Paez, el hijo de artista aparece interpretando a su padre en el cameo más emotivo de “La Sociedad de la Nieve”, la escena en la que pasa por teléfono la lista de los que han logrado sobrevivir.

Carlos Paéz Vilaró se instaló en Chile apenas sucedió el accidente. “No lo encuentro, la nieve está tan blanca como Casapueblo”, le decía a un amigo. Pero fue casi el único que no perdió la esperanza, y encabezó la búsqueda que quedó plasmada en su libro: Entre mi hijo y yo, la luna.

El artista uruguayo Carlos Paez Vilaró retratado en su atelier.

El artista uruguayo Carlos Paez Vilaró retratado en su atelier.

Museo Taller Casapueblo

Artista multifacético

Páez Vilaró fue un artista multifacético y muralista por excelencia. Muy ligado a la cultura popular uruguaya, una parte importante de su trabajo se puede ver en el Museo Taller que ocupa la cúpula central de Casapueblo. En sus salas se exponen pinturas, cerámicas y esculturas realizadas en distintas etapas y ciudades en las que vivió, desde Nueva York y París, hasta Buenos Aires y Montevideo.

Las terrazas presencian el espectáculo diario sol poniéndose en el mar-

Las terrazas presencian el espectáculo diario sol poniéndose en el mar-

Cortesía de Museo Taller Casapueblo

Ceremonia del sol

El 24 febrero hará diez años de su muerte. Pero su voz, suena en las terrazas de Casapueblo todas las tardes en la clásica "Ceremonia del Sol". Allí, en una grabación le habla al sol que tantas veces ha dibujado, con un poema escrito por él y que concluye cuando el astro rey se guarda en el horizonte sobre el mar.