10 ideas para no malgastar agua en casa

El 70% del agua que se gasta en casa se utiliza en el baño, así que es el lugar donde hay que tener un mayor cuidado. Darse una ducha rápida de cinco minutos consume 100 litros de agua, frente a los 200 litros que gastaríamos bañándonos. Eso sí, ten en cuenta que por cada minuto de más que pases en la ducha consumes hasta 17 litros de agua. Ducha Rainfinity, de Hansgrohe.

Las cisternas con pulsadores de doble descarga son de gran ayuda para no malgastar agua. Hay ya sistemas que solo consumen 3 litros en modo eco, con lo que se pueden ahorrar hasta 6.000 litros por año. Mecanismo de Geberit.

En 2017, un experimento del programa radiofónico SER Consumidor demostró que un grifo que gotea puede malgastar hasta 24 litros al día, o lo que es lo mismo, 720 litros al mes. También es fundamental controlar cualquier fuga, un problema que resuelve el sistema Grohe Sense Guard, un controlador de agua conectado Wi-Fi que se instala en la tubería principal de agua. Cuando detecta una fuga, puede cortar el suministro de agua para reducir el daño consecuente.

Un grifo permanentemente abierto mientras realizamos estas tareas consume de 6 a 12 litros de agua por minuto, dependiendo de si el grifo está dotado con aireador. Es preferible llenar el lavamanos o un recipiente para enjuagar la cuchilla de afeitar o las manos.

Desde el punto de vista ecológico, es mejor lavar los platos a máquina que a mano. Un estudio del Canal Isabel II en colaboración con el grupo BSH determinó que el ahorro medio supera los 30 litros diarios. Pero para ello hay que hacer un uso racional del lavavajillas, utilizándolo solo cuando está lleno y, en la medida de lo posible -porque es el programa de mayor duración- en modo eco. Modelo de Míele.

Los hervidores pueden desperdiciar agua y energía, así que no los llenes innecesariamente. Es mejor usar un grifo dispensador de agua caliente, que ofrece al instante agua filtrada a punto de ebullición (99-100 grados), lo que resulta ideal para preparar bebidas calientes u otras tareas de cocina. En la imagen, el modelo 4N1 Touch, de InkSinkErator. 

Descongelar los alimentos bajo el grifo es un derroche, pero tampoco es muy conveniente hacerlo a temperatura ambiente ya que, según la nutricionista María Casadevall, eso alimentaría las bacterias que contienen, que no desaparecen con la congelación -solo quedan adormecidas-. Lo ideal es colocar el congelado en la nevera la noche anterior del cocinado, con un escurridor debajo para que el agua  de la descongelación no entre en contacto con el alimento, ni caiga sobre otros. 

El agua de nuestra higiene diaria puede tener una segunda vida si la reutilizamos para tareas como fregar el suelo. Para ello, se puede recurrir desde las soluciones más sencillas, como recoger el agua con un recipiente, pasando por diseños ingeniosos -como el inodoro y lavabo suspendido W+W, de Roca, en la imagen, que filtra el agua del lavabo para utilizarla para la descarga del inodoro- hasta soluciones más sofisticadas, como instalar una doble red de aguas grises.

Un recurso gratuito que puede servir para mucho más que regar las plantas del jardín. Si vives en una casa individual puedes construirte un aljibe o instalar un sistema como el de la imagen, Chove Chuva, creado por diseñadores brasileños, que recoge el agua de lluvia y la potabiliza para consumirla incluso como agua potable.

Si evitas las horas más cálidas de la jornada para el riego de las plantas impedirás que el agua se evapore más rápidamente.