¿Black Friday? Hasta hace unos pocos años apenas habíamos oído hablar de él y ahora nos lo encontramos por todos los lados. Surgió en Estados Unidos, como pistoletazo de salida para las compras navideñas. Fue diseñado, con su corta duración y grandes descuentos, para hacernos comprar sin pensar.

En España se empezó a popularizar en el 2015 y desde entonces no ha parado de crecer. Este año se prevé que gastemos 1710 millones de euros, un 10% más que el año pasado ¡y eso sólo en tiendas online! Imagina la cantidad de cajas, embalajes de plástico, kilómetros y emisiones necesarias para hacer que todo eso llegue a nuestras casas. Eso sin contar con las devoluciones que se suelen generar en este tipo de compras.

Es difícil imaginar el impacto ecológico que este evento tiene a nivel global y que por desgracia va en aumento. Por eso han surgido iniciativas para revertir este consumismo masivo y proponer alternativas.

Día sin compras. Surge en 1992 en Canadá como reacción al Black Friday y poco a poco se ha extendido internacionalmente. Además de no comprar nada, se llevan a cabo acciones para llamar la atención sobre el consumismo de estas fechas, como fiestas gratuitas en la calle, sentadas o bailes de conga en centros comerciales.

Algunas empresas también han plantado cara al Black Friday y han decidido no celebrarlo aunque les suponga una caída en las ventas.

La marca de material deportivo REI cierra sus tiendas todos los Black Fridays desde 2015. Les da el día libre a sus empleados y los anima, tanto a ellos como a sus clientes, a pasar el día en la naturaleza en lugar de hacerlo dando vueltas por un centro comercial. Lo hace con la campaña OptOutside y este año además le han sumado la campaña Opt to act, en la que invita además a recoger la basura que encontremos en la naturaleza.

Otra marca de material deportivo, Patagonia, lanzó una campaña publicitaria durante el Black Friday que rápidamente se hizo viral. Junto a la foto de uno de sus productos superponía el eslogan “No compres esta chaqueta”. Según Rose Marcario, CEO de Patagonia “a lo que realmente se refería el anuncio es a “no compres más de lo que necesitas”. Mientras más consumas, más presión habrá sobre los recursos del planeta. No queremos eso porque nos importa el nido en el que vivimos”.

Campaña publicitaria de Patagonia durante el Black Friday

Estas acciones llevadas a cabo por grandes marcas son muy valientes porque suponen renunciar al día de más ingresos del año, algo que no todos se lo pueden permitir. Por eso, como alternativa al Black Friday, muchos negocios pequeños y sostenibles se han unido al Green Friday, con el objetivo de concienciar de que otra forma de consumo es posible.

Esta iniciativa ha conseguido desplazar las noticias de las ventas de Amazon para hablar sobre consumo responsable en numerosos medios de comunicación. Para María Negro, precursora del Green Friday desde la agencia de comunicación Hervidero de Ideas, dar visibilidad a marcas que lo están haciendo bien es esencial para ofrecer alternativas a aquellas personas que quieren consumir responsablemente y no saben dónde ni cómo hacerlo. Este año ha decidido dar un paso más allá y lanzar Consume con Coco, una plataforma donde los consumidores podamos encontrar todo tipo de marcas responsables ambiental, económica y socialmente. y que sirva como sello de garantía que nos ayude a huir del greenwashing (lavado de cara que hacen muchas marcas para parecer sostenibles mientras llevan a cabo actividades ilícitas).

No nos dejemos engañar con los grandes descuentos y las campañas publicitarias. Compremos solo aquello que necesitemos.

Y cuando lo necesitemos, tenemos que recordar que cada compra es un voto. ¿Dónde queremos invertir nuestro dinero? ¿En empresas cuyo principal objetivo es obtener los máximos beneficios vendiendo más sin importar las repercusiones que esto conlleva? ¿O a empresas sostenibles que tratan con respeto a todos los seres vivos y al planeta? Con cada euro que nos gastamos estamos votando por el mundo en el que queremos vivir.