Con su alarde de naturalidad, las piezas de mobiliario y decoración raw atrapan la mirada. La palabra inglesa raw significa en bruto, no elaborado, tosco. Convertida en tendencia, reivindica la belleza de los materiales en su estado primigenio, con la madera como protagonista y el tronco del árbol, su referente directo.
Botellas recicladas y jarrones recuperados contribuyen a la atmósfera de autenticidad de una casa raw.
Botellas recicladas y jarrones recuperados contribuyen a la atmósfera de autenticidad de una casa raw.
Botellas recicladas y jarrones recuperados contribuyen a la atmósfera de autenticidad de una casa raw.
El corte de la madera en grandes tablones, con el canto irregular del propio tronco, sin escuadrar, es uno de los recursos más llamativos. Se aplica en sobres de mesa, estantes, encimeras de cocina y baño, cabeceros de cama, puertas correderas... Muchas de estas piezas se hacen a medida. Puedes encargarlas a un interiorista o a un carpintero.
Un viejo taburete encuentra un nuevo uso como mesilla en este dormitorio.
Las superficies con textura rugosa y áspera son parte de su encanto. En mesas y bancos, los tablones lucen sin lijar y las imperfecciones denotan que es una materia viva. Recupera viejos portones de madera agrietados y tras limpiarlos, déjalos tal cual.
Una mesa "raw" realizada con tablones recuperados.
Una pieza estrella es la mesilla auxiliar o el taburete realizados a partir del tronco cortado en gruesas rebanadas. Así quedan a la vista los anillos de crecimiento del árbol en el sobre o en el asiento. Algunos conservan, además, los antiguos nudos, que añaden un extra de atractivo.
Una rama sirve de barra para colgar utensilios de cocina. Más natural y "raw", imposible.
Si realizas alguna pieza con viejos tablones, ten la precaución de pulir la madera con esparto. Así eliminarás astillas, pero mantendrás su irregularidad. En mobiliario, aplica aceites naturales protectores: nutren la madera y evitan fracturas, sin modificar su aspecto. Si recuperas vigas, tras la limpieza puedes dejarlas sin barnizar. En los países del centro y norte de Europa es una práctica habitual. No masilles orificios en pilares de madera; las marcas denotan su historia.
Los complementos de fibras vegetales poco procesadas, como las alfombras o esterones de esparto, participan del universo raw. O los tejidos de algodón y lino con gruesas y pronunciadas tramas que aportan relieve. Con tonos naturales, recuerdan su origen en la planta. Lo raw se relaciona con el concepto japonés wabi-sabi, que ensalza la belleza de lo imperfecto, lo rugoso, la textura física y visual, lo hecho a mano, como las piezas de cerámica más orgánicas.
Puerta entablada sin pintar, solo protegida con aceites naturales.
Si pintas sobre la piedra de mampostería o el ladrillo en tonos claros o blanco, la textura gana en volumen por el juego de luces y sombras. Los elementos de piedra más rústicos, como las pilas, también destacan por su irregularidad.
Juego de cucharas de cocina, cacillos y servicio. El pronunciado veteado de la madera de cedro le imprime carácter.
Una de las virtudes de esta tendencia es que combina bien con muchos otros estilos. Las tonalidades cálidas y neutras de la madera y los materiales naturales conviven con armonía con todas las demás opciones.