Ni los propios sociólogos se ponen de acuerdo acerca de quiénes forman parte de la generación millennial, aunque grosso modo podría decirse que está integrada por todas aquellas personas nacidas desde principios de los años ochenta hasta inicios del siglo XXI. A diferencia de la generación precedente, conocida como la del baby boom, esta es la primera nativa digital, y la que en estos momentos está marcando las pautas de consumo a seguir. Sus gustos no conforman una moda, sino un nuevo paradigma socioeconómico a tener muy en cuenta. “Los más jóvenes han reformulado el concepto de temporalidad. Nadie piensa que va a vivir siempre en un mismo lugar o que su trabajo será vitalicio. Y lo mismo ocurre con el mobiliario que escogen ya que antes la gente acostumbraba a comprar muebles para que les duraran diez años y ahora, como mucho, en tres o cinco años se cansan y
deciden adquirir otros nuevos.
Los ciclos se han acortado”, afirma Felipe Araujo, cofundador del estudio de arquitectura de interiores Egue y Seta, quien también señala que dado el actual culto a la imagen personal (de ahí el éxito de Instagram y otras redes sociales) no debería extrañarnos que acabemos creando rincones en la casa a modo de photocalls, para retratarnos. “Los millennials también son conocidos como la generación alquiler, por lo que, sin renunciar al diseño, quieren expresar su personalidad sin necesidad de gastar tanto dinero como los baby boomers”, dice a su vez Nieves Noha, cofundadora de la consultoría de tendencias EXITo. Ambos, al igual que Ana María García, responsable de estudios en Ikea España, coinciden en que, dadas las consecuencias de la crisis económica, “los millennials tienden a vivir en espacios más pequeños y, por ese motivo, suelen ser más atractivos para ellos aquellos productos que pueden cumplir con diferentes funciones a la vez, que son versátiles y personalizables”. Que puedan transportarse fácilmente en caso de enfrentarse a una mudanza siempre es un plus. No obstante, llegados a este punto, ¿cuáles son los espacios del hogar a los que dan mayor importancia? La sala de estar, dado el auge del teletrabajo y los profesionales freelance, ya no solo es un espacio para descansar en el sofá o ver una película, sino también un despacho.
Como consecuencia de compartir piso, el dormitorio se alza como “un refugio personal, el lugar donde pueden mostrar sin miedos su identidad porque es donde realmente guardan aquello que les gusta y les define comenta Araujo al respecto. Asimismo, también en esa generación se observan nuevos hábitos de consumo relacionados con la sostenibilidad (Noha señala el aumento de materiales primarios y con personalidad propia como el terrazo) y su tiempo de ocio. Las compañías aéreas low cost han democratizado los viajes y eso, según García, “se refleja en cómo impregnan sus hogares de otras culturas y estilos de vida”. Del mismo modo, tal como Araujo comenta, “los millennials están abiertos a combinar sin miedo, por ejemplo, algo muy barato con algo muy caro. Eso es liberador en muchos sentidos. Son camaleónicos, lo cual creo que es una de las cosas más bonitas que nos van a dejar”. Nadie debería menospreciar a esta generación. Más bien al contrario. No hay que olvidar que ya no son el futuro, sino el presente más rabioso.