El proyecto Global Kitchen nació en 2016 de la mano del Instituto Silestone, la plataforma internacional promovida por la firma Cosentino, líderes mundiales en la fabricación de encimeras de cuarzo, granito y superficies ultracompactas, para la investigación sobre el espacio de la cocina, tanto a nivel doméstico como profesional. El objetivo era analizar la cocina doméstica en el siglo XXI desde el punto de vista de los usuarios, de tiendas K&B y de expertos de disciplinas muy variadas.
El primer estudio, La cocina doméstica en la era de la globalización, demostró cómo la cocina ha ido recuperando el espacio protagonista en el hogar que había tenido siempre, acogiendo actividades propias de otras estancias y adquiriendo relevancia como una estancia principal y eje de sociabilidad de la vivienda.
Según ha revelado el estudio Global Kitchen, a la hora de reformar la cocina, lo principal es la funcionalidad y el aprovechamiento del espacio.
De esta premisa parte el segundo estudio de Global Kitchen que acaba de presentarse, La cocina, el corazón del hogar, en el que se busca definir qué supone la cocina de hoy en día en la vida cotidiana individual y familiar, cómo transforma la concepción arquitectónica de la vivienda, cómo se integran los avances tecnológicos y las nuevas formas de comunicación, cómo influye en la salud y bienestar personal o qué incidencia tiene en la creciente concienciación medioambiental.
Para la elaboración del informe han participado un total de 23 expertos y se han encuestado a ciudadanos de 9 países, demostrando que nuestros hábitos han cambiado, y mucho. Hoy en día la cocina se ha convertido en una estancia de lo más versátil. Es punto de encuentro familiar en las comidas –un 43% de los casos-, centro de control nutricional y de salud -el 62% cuida más de su alimentación y el 31 % recurre menos a los alimentos precocinados-, área de gratificación y aprendizaje personal al cocinar, espacio donde trabajar o recibir a invitados –un 40%- y plataforma de acciones para proteger el medio ambiente -el 78% separa correctamente la basura, reutiliza más que antes y reduce el consumo de energía y agua-.
La cocina gana presencia en la tecnología, la domótica, los dispositivos inteligentes y las redes sociales.
Como corazón del hogar, la cocina es también el espacio que refleja más explícitamente los cambios y transformaciones sociales que estamos viviendo: es un indicador cotidiano que proyecta nuestros modos de vida. En los últimos tiempos, la progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral, los avances en igualdad entre ambos sexos y la propia globalización, determina que la cocina y los hábitos de consumo reflejen los patrones de un mundo cada vez más conectado e interrelacioando.