Las piscinas están asociadas al buen tiempo y la vida al aire libre. Pero esa idea tiene el inconveniente de que limita su disfrute a los meses más cálidos, por mucho que en una parte significativa de España (Levante, Andalucía, Baleares y Canarias) eso pueda extenderse durante casi la mitad del año. Para los entusiastas del baño y la natación en cualquier época siempre existe la posibilidad de equipar una piscina exterior con una cubierta climatizada.
Si se dispone de espacio suficiente o se tiene en cuenta en la fase de proyecto, lo más espectacular es integrarlas en la arquitectura de la casa. Pueden ser diseños totalmente a cubierto o mixtos, en los que el vaso tiene continuidad entre el interior y el exterior, de forma que la misma piscina puede utilizarse indistintamente dentro o fuera según el momento. En un plano más estético, la elaboración del discurso entre dentro y fuera se da también en piscinas cuyo vaso está en el exterior de la casa pero que pueden apreciarse desde el interior gracias a espectaculares planos de cristal, como puede apreciarse en algunos de los ejemplos que mostramos.
Las piscinas interiores también tienen la ventaja de que están más protegidas de la intemperie y la contaminación exterior, por lo que exigen menos mantenimiento que una piscina interior. Además, el cuarto técnico suele estar mucho más cerca de la instalación general de agua de la vivienda, ahorrando costes; aunque por otro lado hay que tener en cuenta su correcto aislamiento para evitar que el ruido del sistema de depuración provoque molestias en el resto de la casa. La piscina puede convertirse en parte integrante de una zona de spa con sauna y bañera de hidromasaje anexos, para que el placer del baño sea todavía más completo.
Al estar en un ambiente cerrado y más caldeado que el exterior, el agua de una piscina interior se evapora más que al aire libre. Para evitar el exceso de humedad que esta evaporación puede provocar el espacio debe contar con una buena ventilación. También se puede reducir la evaporación colocando una manta sobre la lámina de agua o empleando un deshumidificador.